Pagasarri encabeza las zonas inseguras para las duranguesas
El soterramiento del tren ha generado nuevos puntos negros, entre los que se incluyen también el bidegorri
Manuela díaz
Viernes, 25 de noviembre 2016, 00:24
Todavía existen zonas en Durango en las que las mujeres se lo piensan dos veces para atravesarlas. Demasiado oscuras, desoladas, con recovecos peligrosos en los que se puede esconder un agresor. Algo que por desgracia no le suena lejano a la villa, que en apenas dos meses han sufrido nueve casos de violencia de género. El entorno de las nuevas VPO de Pagasarri, en la zona de San Roke, no ha registrado ninguno de estos casos, pero es el peor valorado por las duranguesas que han participado en el estudio a pie de calle del nuevo Mapa de la Ciudad Prohibida. Apenas hay luz, la visibilidad es mala y la zona está «degradada», sin servicios que den vida al entorno.
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Ayer, dentro del programa diseñado en Durango con motivo de Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres que hoy se celebra, la consultora Ttipi Studio daba a conocer el nuevo mapa en el que se señalan 33 puntos, 18 de ellos son negros y reflejan la inseguridad que sienten las mujeres, otros cinco son negros; otra decena son rojos y en ellos se incluyen los espacios con trabas para la vida cotidiana o con un diseño inadecuado, además de otros cinco negros y rojos.
El soterramiento del tren en la villa ha creado nuevos puntos negros que las duranguesas valoran entre los cinco más peligrosos. En esa zona se encuentra la calle Geltoki que atraviesa las antiguas vías del tren, todo el solar que ha dejado al descubierto el soterramiento y la parte trasera de Askatasun Etorbidea dónde se encuentra el ascensor de la estación, una zona sin luz y sin visibilidad.
"Miedo"
Otra de las zonas en las que las mujeres no se atreven a dar un paso una vez que anochece es la del bidegorri de Landako. El «miedo» que genera impide que pueda ser «usada y disfrutada», apuntó Ane Abarrategi, encargada de elaborar el mapa. En él se incluyen la mayoría de puntos negros del estudio realizado hace una década como son el pasadizo de Andra Mari, el pórtico de la iglesia de Tabira o las galerías de Kanpatorrosteta. En otros casos, como en el túnel de Ermodo, se ha iluminado y pintado.
Los últimos desarrollos urbanísticos han generado zonas inseguras como las de las nuevas viviendas de Askatasun Etorbidea, con un trazado de vías «centradas en el coche», y espacios sin acabar de urbanizar que «dan la sensación de abandono», al igual que en las inmediaciones del cuartel de la Guardia Civil enSan Fausto.
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Tras la exposición de ayer, las duranguesas buscarán propuestas transformadoras a cada uno de los puntos incluidos en el mapa. La cita tendrá lugar el día 17 de diciembre, a las 11.00 horas, en Andragunea. Entretanto, el Ayuntamiento lleva acabo un análisis jurídico y técnico para ver cuáles pueden ser las modificaciones reales .
«El miedo tiene género. Las mujeres vivimos el espacio público como un espacio más hostil e inseguro. Y este miedo que sufrimos a diario es en sí mismo un tipo de violencia sexista. Ahora estamos con el nuevo Plan General de Ordenación Urbana y podemos hacer una planificación urbanística para evitar los espacios potencialmente peligrosos o ariscos para las mujeres», matizó Pilar Ríos, presidenta del Consejo de Igualdad de Durango
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