El descenso de autónomos se lleva por delante 5.000 pequeños comercios y bares vizcaínos
La falta de relevo generacional impulsa desde 2009 el aumento de los asalariados y acentúa las problemas de los negocios minoristas
Ángel Mari Martín Brezmes, propietario del bar-restaurante San Marcos de la Plaza Arriquíbar, trabaja como «autónomo societario». Dice que no le ha quedado «otra ... alternativa» para proteger su negocio, salvaguardar su patrimonio personal y evitar la ruina de la que no se han librado algunos colegas. Cuenta con cuatro empleados, justo la mitad de los que tenía antes de la pandemia, y asegura que Bilbao se ha convertido en una ciudad de «franquicias y de grupos de inversores que están compran numerosos negocios de hostelería. A los pequeños no nos ha quedado más remedio que recortar las plantillas y acortar horarios» para salir adelante.
Publicidad
Advierte que la «desigualdad» en la evolución entre asalariados y autónomos en el comercio y la hostelería vizcaínas, con un protagonismo cada vez mayor en el peso económico del territorio favorecidos por la avalancha turística, ha dibujado una nueva ciudad en la que «los minoristas llevamos todas las de perder. No sé qué va a ser de nosotros. Los grandes cada vez son más grandes y sacan una mayor tajada del negocio», se lamenta.
Noticia relacionada
«Algunos hosteleros han tenido que vender sus pisos para pagar deudas»
Pese a las dificultades sufridas desde el covid, Brezmes lamenta la «mala imagen» que las instituciones «siguen teniendo de nosotros. Estamos vendiendo más que nunca para ganar menos que nunca por las subidas desproporcionadas de los gastos fijos y de personal». Sin embargo, se queja de que continúan estando «mal vistos entre las administraciones porque creen que siempre estamos robando e incumpliendo nuestras obligaciones fiscales, cuando no es cierto», censura un hostelero del Ensanche que prefiere mantener el anonimato.
Pese al cambio radical en los hábitos de consumo y compra, con el tardeo robando protagonismo al ocio nocturno, y el avance del mercado 'online', que ha asomado al precipicio a numerosas tiendas de moda, comerciantes y hosteleros funcionan a dos marchas completamente diferentes. Nada que ver la velocidad con la que avanzan las grandes cadenas, aunque tampoco se libren de los cierres en Bilbao, con las dificultades que encuentran los negocios familiares, que luchan sin éxito contra la falta de relevo generacional.
Publicidad
Seguridad Social
Las afiliaciones registradas en la Seguridad Social ejemplifican este desequilibrio: los 8.223 autónomos que explotaban bares, cafeterías y restaurantes en 2009 contrastan con los 7.367 profesionales censados el pasado diciembre. En los últimos 15 años han desaparecido 856 locales, lo que supone casi el 10% de la oferta. Aunque tampoco se libran los del centro, el mayor número de cierres se concentran en barrios periféricos de la capital vizcaína y en pequeños municipios. Tampoco le ha ido mejor a los comercios en manos de autónomos. Desde 2009 han bajado la persiana más del 15%, tras el cese de la actividad de 4.268 negocios y pasar de 27.616 a 23.348.
Curiosamente, los establecimientos gestionados en este tiempo por empresarios que emplean a asalariados se han disparado, sobre todo en la hostelería, tras crecer un 40% y elevarse de 20.159 a 28.730. Aunque a un ritmo mucho más contenido, la oferta al por mayor también ha subido, con un saldo favorable de 1.186 establecimientos. Si en 2009 había 50.038, el anterior ejercicio se cerró con la actividad de 51.224.
Publicidad
Los problemas se concentran, por tanto, de forma preferente en los negocios minoristas. Una situación extensible no solo a Bizkaia, sino al resto de comunidades autónomas, advierte Héctor Sánchez. El gerente de la Asociación de Hostelería de Bizkaia (AHB) reconoce que este «fenómeno no es propio de Bilbao ni de Euskadi, ya que se da en todo el Estado», y lo achaca, principalmente, a la falta de relevo generacional. «Entiendo que debe haber todo tipo de oferta pero en estos momentos hay más locales grandes de los que había antes a costa de la desaparición de los pequeñitos», razona Sánchez. A su juicio, esta tendencia lleva asentada «ya varios años y, por desgracia, va a ir a más», augura.
Envejecimiento
El consejero de Turismo, Comercio y Consumo, Javier Hurtado, subraya, además, otra casuística negativa: «el envejecimiento» del comercio minorista, especialmente entre los autónomos. Todo son problemas. En este contexto, el presidente de BizkaiDendak, organización que engloba a 43 asociaciones sectoriales y 3.350 establecimientos, considera que, ante las dificultades actuales, los autónomos «ya no piensan en hacer negocio, sino únicamente en sobrevivir. Bastante hacemos con pervivir; se ha convertido en nuestro único objetivo». José Andrés Cebrecos, que explota varias zapaterías de Calzados Gómez, una compañía familiar con 85 años de historia a sus espaldas que camina por la tercera generación, juzga «lógico que nuestros hijos piensen en otros trabajos. La palabra autónomo no existe en el diccionario de los jóvenes, existe la palabra funcionario. Incluso los propios comerciantes y hosteleros tampoco les animamos mucho a seguir contándoles la cantidad de problemas que tenemos», admite.
Publicidad
Félix Parte, dueño de once negocios en Bilbao, entre los que figuran referentes como el Víctor Montes, El Globo y Aitaren (antiguo Boulevard), y con más de 200 empleados en nómina, lamenta el exceso celo de unas instituciones que terminan «hastiando» a los autónomos «con tanta burocracia. Hoy en día no pueden dedicarse a lo que se tienen que dedicar, que es trabajar. Más del 50% del tiempo lo invierten en cumplimentar trámites en vez de dedicarse a servir vinos y cervezas. Es vergonzoso», denuncia.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión