Nadal, de París a Vitoria

Rafa Nadal agrandó el domingo su leyenda al conquistar la décima Copa de los Mosqueteros ante el suizo Stan Wawrinka. Todo su equipo, familiares y amigos asistieron en directo a su triunfo sobre la tierra batida de París. En el palco de autoridades y personalidades, situado en la zona norte del estadio Philippe Chatrier, pudo también verse al rey emérito Juan Carlos, a la actriz australiana Nicole Kidman, a Pau Gasol, amigo del deportista mallorquín, y al extenista y antiguo ganador de Roland Garros Manolo Santana; rostros muy reconocibles a escala planetaria. Eso sí, cuando las cámaras hicieron un barrido por las gradas, a algunos espectadores no se les escapó la presencia de un vitoriano muy conocido: el doctor Eduardo Anitua.

Como ya ha ocurrido en otras ocasiones, el dentista e investigador alavés, que forma con Mikel Sánchez un tándem del más alto nivel en la medicina deportiva, volvió a vivir en directo una nueva victoria de Nadal, al que le une una estrecha y sólida amistad desde que el manacorí visitó su consulta, allá por 2010, para que sanara sus maltrechas rodillas. En los últimos años, el tenista mallorquín también le ha confiado su salud bucodental al fundador de BTI Biotechnology Institute, multinacional con sede en Vitoria que investiga la medicina regenerativa y la implantología oral.

Anitua, que lleva la discreción por bandera, nunca habla de las figuras y deportistas de élite que se han convertido en sus pacientes, y en muchos casos, también amigos. En este caso, su amistad con Nadal ha quedado plasmada en numerosas fotos en las que aparece acompañando al tenista en distintos eventos de carácter público y privado. Precisamente, una de las últimas instantáneas que retrata ese vínculo se tomó en la noche del domingo, en la cena que el campeón ofreció a sus íntimos en la sala Ópera del hotel Intercontinental de París.

Tras esa celebración, ambos se reencontraron el lunes por la mañana. Lo hicieron después de que Nadal cumpliera con su apretada agenda, que incluía actos como la protocolaria sesión fotográfica con la Copa de los Mosqueteros -que esta vez realizó en una pequeña embarcación por el río Sena- y otros compromisos publicitarios. Después, los dos amigos se subieron a un avión que no recaló directamente en Mallorca, sino que hizo una parada en Vitoria, donde Nadal aprovechó para visitar la consulta de Anitua.

Foto con el ministro

Pese a la habitual discreción que rodeó la visita, característica de todos los viajes que el tenista ha realizado en los últimos años a la capital alavesa, su presencia en la ciudad no pasó inadvertida. El ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, que el lunes se reunió en Vitoria con empresarios vascos, entre los que estaba Anitua, para explicarles sus planes tras recorrer junto con sus compañeros del PP la estación de ferrocarril de la calle Dato, tuvo constancia de que Nadal se encontraba también en la capital alavesa.

El exalcalde de Santander no quiso dejar pasar la oportunidad de felicitar al campeón en persona. Y lo pudo hacer antes de que Nadal volara hacia Mallorca, donde el tenista durmió y recarga baterías para volver a la acción, en apenas unos días, sobre la hierba de Queen's. El encuentro entre ambos quedó inmortalizado en una instantánea que el ministro subió poco después a su perfil de la red social Twitter, acompañado de un mensaje: «¡Grande dentro y fuera de las pistas! Un lujo haber felicitado hoy a @RafaelNadal. Eres un ejemplo para todos de fuerza, coraje y humildad», apostilló el político.

Se da la circunstancia de que De la Serna compartió mantel con Eduardo Anitua en el acto organizado por el PP de Álava en la Peña Vitoriana Tenis Club, al que asistieron un centenar de representantes políticos y empresariales. Aunque Rafa Nadal ya no estaba con ellos, su figura y su gesta sí estuvieron presentes. Como si de un simpático guiño se tratara, la mesa presidencial se identificó con el nombre del campeón mallorquín.