Gourcuff, un regreso a su estilo: se lesiona de nuevo

Probablemente es uno de los grandes talentos que ha dado el fútbol francés en mucho tiempo. Pero si por algo será recordado Yohan Gourcuff, más que por su fútbol, será por sus lesiones que han lastrado una carrera que apuntaba hacia lo más alto del panorama mundial. En las últimas temporadas apenas ha podido tener contonuidad con el Olympique de Lyon, por eso ahora, después de diez meses alejado de los terrenos de juego, su regreso a la competición este fin de semana con los colores del Stade Rennais (el primer club donde militó) fue todo un acontecimiento. A sus 29 años, parece la última oportunidad de recuperarse como futbolista de élite, aunque en su vuelta, Gourcuff fue fiel a su estilo y en los 15 minutos que disputó en el derbi frente al Lorient tuvo tiempo para volverse a lesionar, después de sufrir un encontronazo con su compañero Cheikh MBengue. El parte médico, al menos, ha restado dramatismo al incidente y lo ha dejado en una «ausencia durante los próximos días» y en un golpe en la rodilla que al principio hizo temer lo peor.

No hubiera sido justo para Yoann Miguel Gourcuff (11 de julio de 1986, Ploemeur) sufrir un grave contratiempo en una jornada tan señalada para él. Su último año ha sido durísimo, lesionado y con el anuncio de Jean-Marie Aulas, presidente del OL, de no renovarle un contrato millonario y creciente cada temporada que supuso un lastre para el club de Lyon. En verano quedó libre, pero el bretón decidió que iba a centrarse en su recuperación y que ya tendría tiempo para encontrar acomodo. Así, los rumores se sucedieron hasta que dos fueron las propuestas más sólidas, casualmente la de dos clubes que Gourcuff conoce bien, como el Girondins, donde vivió sus mejores años, y el Rennes, donde se inició. Pese a que llegó a entrenarse en verano en Haillan (centro de entrenamiento del club bordelés) finalmente fue el Rennes quien se hizo con sus servicios, pero con una condición, el centrocampista no cobraría nada hasta que estuviera listo para reaparecer, algo que sucedió por fin el sábado en el derbi contra el Lorient (2-2).

De este modo, se cierra un círculo de diez años, ya que Gourcuff abandonó en 2006 la formación bretona con destino al Milan de Carlo Ancelotti, donde vivió dos temporadas junto a Kaka, Cafú, Gatusso, Inzagui... Su apuesta no salió como esperaba y regresó a Francia, después de que el Girondins pagara 15 millones de euros por él. Fue en Parc Lescure donde desplegó toda su magia. En su primer año el Burdeos fue segundo, para alzarse con el campeonato la siguiente campaña. Fue la época donde a Gourcuff se le veía como el sucesor de Zidane por su enorme clase. Titular indiscutible también en la selección, el Lyon apostó fuerte y pagó 22 millones por su fichaje. Pero ya nunca fue el mismo.

Aulas firmó por él un contrato millonario, creciente en cantidades, cuando en realidad su presencia iba menguando año tras año, lo que llegó a un punto de convertirse en un serio problema para la economía del OL. De hecho, a su marcha había superado ya los cinco millones por campaña, mientras que ahora, en el Rennes percibirá en torno al millón y medio. Pero claro, ahora el talento francés no piensa en lo que percibirá, sino en volver a ser feliz jugando al fútbol. Tiene 29 años y está a tiempo de reconducir la parte final de su carrera, siempre que su gran enemigo, las lesiones, le dejen de una vez en paz.