Denuncian a un centro foral ante la Fiscalía por maltratar a 14 animales en Galdames
El ganado está retenido a raíz de un conflicto por los pastos en Triano que enfrenta a ganaderos, animalistas y un grupo político independiente con la Diputación
Indaz, un grupo político independiente de Abanto, presentó ayer una denuncia ante la Fiscalía en la que asegura que 14 animales están siendo sometidos a maltrato en un centro foral ubicado en Galdames. Se trata de tres vacas, cinco potras, dos yeguas con sus potrillos, un caballo capado y un poni. El colectivo pide a las autoridades judiciales que tomen medidas de inmediato, ya que el ganado está «perdiendo peso, no tiene forraje verde que comer, ni alimento proteico. Tampoco sombra o techo donde cobijarse del sol en pleno verano». En su escrito, los denunciantes apuntan directamente al Departamento de Agricultura de la Diputación como responsable de esta situación.
Publicidad
Indaz cuenta con el respaldo de la asociación animalista Bere Ahotsa, que ha girado una visita al lugar y se ha mostrado escandalizada por el estado en el que están los ejemplares. «El día que estuvimos hacía más de 30 grados y no había donde guarecerse», dicen. La institución foral, por su parte, niega que exista maltrato. «Son atendidos diariamente, proporcionándoles alimento, agua, refugio y control veterinario. Los animales se hallan en buen estado de salud y no presentan signos de enfermedad», mantuvo ayer un portavoz foral.
¿Pero qué hace este ganado en un centro de la Diputación desde hace más de un mes? La actual situación tiene su origen en un conflicto por los pastos en los montes de Triano. Las vacas y los equinos pertenecen a varios propietarios que les dejaban sueltos por la zona de la balsa, junto al campo de golf. La institución foral requisó las cabezas por «incumplir la normativa vigente». Esto sucedió los días 8, 9 y 24 de mayo. Los ganaderos sostienen que no se les notificó que sus animales habían sido confiscados. Agricultura, por su parte, niega este extremo y señala que los dueños han recibido el aviso mediante una carta certificada, salvo en un caso, que la advertencia no ha sido retirada de Correos, reconocen.
«Paja podrida»
«Al principio pensamos que nos los habían robado, que algún cuatrero se los había llevado», cuenta uno de los protagonistas de este enfrentamiento. «Los anduvimos buscando por el monte hasta que una vecina dijo haber visto un camión de la Diputación por la zona. Fue entonces cuando atamos cabos y fuimos a ver a los centros forales». Finalmente, hallaron a los animales en Galdames.
Hasta allí mandaron también a un veterinario, que redactó un informe en el que certifica, tal y como ha denunciado Indaz, que el ganado «tiene dificultades para acceder al agua y no cuenta con alimentación adecuada, ya que la paja (nada de hierba) está tirada en el suelo, donde se mezcla con heces, orines y barros». El profesional contratado por los ganaderos declara que algunos caballos están comiendo «paja podrida, con abono, pudiendo producir gravísimos problemas digestivos».
Publicidad
Lo cierto es que, en su denuncia ante la Fiscalía, Indaz ha pedido que se tomen medidas cautelares con urgencia y se retire la custodia a la Diputación. La Administración, por su parte, apunta que los animales no han sido devueltos a sus dueños porque hay que pagar una tasa y nadie la ha abonado ni se ha personado para cumplir este trámite. Además, se han abierto expedientes sancionadores y se podría entregar el ganado a un tercero, al considerarlo abandonado.
Un derecho histórico sometido a una reciente regulación
Desde fecha inmemorial, los animales de granja se han movido libremente por la zona de los Montes de Triano. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, la Diputación ha establecido una serie de normativas para compatibilizar los usos ganaderos y de ocio (en el entorno se juega al golf, se practica senderismo o ciclismo de montaña), especialmente en la parcela de donde fue retirado el ganado, que es de titularidad foral.
La Diputación asegura que la nueva normativa de pastos prevé un aprovechamiento organizado y que se ha puesto en marcha de acuerdo a la ley y en colaboración con asociaciones ganaderas y ayuntamientos. Pero un grupo de propietarios disiente. «Tenemos hasta tres sentencias favorables a la libertad de pastos. Lo que están haciendo las autoridades es un disparate, por mucho que intenten darle un barniz de legalidad», censuran.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión