Decenas de vizcaínos atrapados en la estafa piramidal de la marihuana virtual

Ahí empezó todo. A simple vista parecía un negocio redondo. La idea era bastante simple. A través de esta empresa, los inversores supuestamente compraban plantas de marihuana -50 euros la más barata- en países en las que su cultivo es legal. Había varias opciones. Por ejemplo, se podían comprar de crecimiento rápido de unos seis meses, con menos beneficios, y de largo plazo, que implicaban más ganancias pero en un periodo de tiempo más largo. El asunto es que los accionistas nunca llegaban a ver las plantas que habían adquirido. Lo que recibían eran mensajes en los que se les informaba del punto de maduración del cannabis que habían comprado y cuánto tiempo les faltaba para empezar a percibir beneficios.

Mikel no tardó en rentabilizar su inversión. A partir de ese momento se dedicó a reinvertir los beneficios. Detrás de él fueron varios amigos más que no querían dejar pasar una «oportunidad así». Sobre el papel, con una inversión inicial de 2.000 euros, en la que se fuesen reinvertiendo los beneficios de forma periódica, se podría llegar a percibir unos 100.000 euros en cinco años. Algunos de la cuadrilla pusieron un capital inicial de 400 euros. Otros más de 4.000 y a largo plazo. Al principio, todos iban recibiendo algo.

Algunos de sus amigos no quisieron invertir porque ya sospechaban que se trataba de «un dinero demasiado fácil». Pensaban que, detrás de todo esto, podía esconderse una estafa piramidal, también denominado esquema de ponzi. A grandes rasgos, se trata de un negocio que se mantiene con el dinero que van aportado los nuevos inversores. Es decir, los beneficios que reciben los accionistas más veteranos se sustentan en el capital que ponen los nuevos. Y así se va creando una bola de nieve que, tarde o temprano, termina por explotar.

En el caso de JuicyFields, una empresa con sedes en Alemania, Suiza y Holanda, la bomba estalló el pasado julio. Ya había expertos que por entonces alertaban de que aquello olía muy raro y desaconsejaban invertir en la firma. El pasado verano Mikel y sus amigos recibieron un correo electrónico en el que les informaban de que los trabajadores de la empresa estaban en huelga. Les pedían paciencia y les decían que pronto todo volvería a la normalidad. Pocos días después ya no podían acceder a la plataforma a través de internet. Nadie contestaba a sus 'mails' y no podían sacar el dinero que habían invertido.

Mikel se puede considerar afortunado. No ha perdido dinero, pero si hubiese retirado los beneficios antes de que la burbuja estallase se habría embolsado unos 10.000 euros. Algunos de sus amigos han perdido unos 2.000 euros. Como estos últimos hay decenas de afectados en Bizkaia y en Euskadi. En el conjunto de España se ha creado una plataforma de afectados para iniciar una demanda colectiva en la Audiencia Nacional. Según un bufete de abogados madrileño que está intentado agrupar todas las demandas, en España hay unos 40.000 afectados. Pero se trata de una supuesta estafa a nivel mundial, con decenas de millones de euros perdidos. En Euskadi, según las fuentes consultadas, hay personas que han perdido más de 90.000 euros. Otras que se endeudaron para invertir en esta marihuana virtual que ha resultado ser una estafa piramidal.