La 'pesadilla' de soportar 1.800 turismos diarios frente a tu ventana

El pequeño enclave de Etxebarria, a escasos kilómetros de Markina, tiene censados poco más de 700 habitantes, un tercio del número de turismos que todos los días y hasta en tres ocasiones diferentes acuden a dos de las principales empresas de Lea Artibai. De hecho, según datos manejados por el propio Ayuntamiento, en cada relevo –a las seis de la mañana, dos de la tarde y diez de la noche–, se registra un ir y venir de entre 500 y 600 vehículos.

Los vecinos que viven cerca de los cruces por donde pasan todos sobrellevan la situación como pueden. Por la noche, ven interrumpidos su sueño por el ruido, las luces y los cláxones de los operarios que aceleran para llegar cuando antes a su casa, mientras que por el día se suma el humo de los tubos de escape y el tráfico pesado.

«Llega un momento, como hoy a la madrugada, en el que tienes que cerrar las ventanas a pesar del calor», reconocen desde el caserío Bentazahar, situado a escasos metros de una de las entradas. «Es tremendo, llevamos más de veinte años viviendo aquí y no te acostumbras, o esperas al cambio de turno para dormir o no hay manera porque es un ruido constante que retumba muchísimo en un entorno muy rural como el nuestro», añaden. «Descanso absoluto, muy pocas veces», se lamentan desde una vivienda vecina.

«En las horas punta, hay más densidad de tráfico que en la Gran Vía», insisten desde la farmacia de Natalia Amarás, situada junto al cruce de otro de los accesos al polígono. «Se forman unas colas tremendas, mucho ruido y situaciones de riesgo en los stop y cedas al paso a pesar de los pasos elevados», recalca Amarás que acude a Etxebarria todos los días desde Castro Urdiales.

«Con la supersur es una hora de viaje. ¡Si casi tardamos más en salir de aquí!», recalca. «La situación se complica aún más al pasar por el centro de Markina donde la velocidad está regulada a 30 kilómetros por hora y hay que cruzar por la mitad del pueblo», matiza.

Precisamente, para tratar de ganar terreno a los coches y reducir el número de desplazamientos, el Ayuntamiento y la Diputación estudian la viabilidad económica de la puesta en marcha de lanzaderas para los ciudadanos de Ondarroa, Lekeitio y Markina.

«Hay mucha gente que viene de fuera, de la comarca del Duranguesado por lo que no se puede reducir en su totalidad, pero puede resultar factible para los de la zona», señala el alcalde de localidad, Jesus Iriondo. «Además, se trata de una apuesta por la movilidad sostenible que mejorará la calidad de vida de los vecinos», añade el primer edil.

De manera paralela, el Consistorio firmará en breve un convenio de colaboración con la institución foral para impulsar la construcción de un bidegorri transitable que discurrirá de manera paralela a la BI-2636, la principal vía de conexión con el resto de la comarca.

La inversión económica prevista para la nueva red ciclable será de tres millones de euros. «En esta zona hay mucha gente que utiliza la bicicleta por lo que todas las medidas que se adopten en ese sentido, son bienvenidas».

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