Condenan a 5 años de internamiento al menor que mató a un joven en Algorta

El acuerdo impone al autor material de la agresión con arma blanca una medida de cinco años de internamiento en un centro cerrado y a tres años más de libertad vigilada. Otros tres menores, entre ellos una chica, tendrán una pena de cuatro años de internamiento cada uno, más otros dos de libertad vigilada. La quinta implicada, que no participó directamente en los hechos sino que estuvo apartada, ha quedado exculpada al retirarse la acusación. La Audiencia vizcaína había mantenido su imputación al entender que existían indicios contra ella como «cómplice o encubridora».

Además, en la sentencia, que tendrá que redactar el juez a partir de ahora, se fijará una indemnización de 200.000 euros para los familiares de la víctima, aunque será difícil que puedan llegar a cobrarla. Serían los padres de los menores quienes como tutores tendrían que asumir esa responsabilidad civil de manera solidaria. Los cuatro menores condenados seguirán en el centro Ibaiondo de Zumarraga y en otro con módulo para chicas.

Cinco años de internamiento era la medida de seguridad que pedía la Fiscalía para cada uno de los acusados, aunque la Ley del Menor contempla castigos de hasta ocho años por delitos graves para esa franja de edad. Los hechos se registraron a las 23.00 horas del pasado sábado 25 de mayo. La cuadrilla celebraba una fiesta de cumpleaños en el domicilio de una de las implicadas, en la Avenida Basagoiti, en el barrio getxotarra de Algorta, pero bajaron a la calle. Según el relato del fiscal, «se produjo una discusión entre este grupo y la víctima».

En ese primer encontronazo «se intercambiaron diversos golpes sin mayor trascendencia». Seguidamente, «en venganza», «todos los menores acusados, de común acuerdo, decidieron subir al domicilio para coger tres cuchillos de cocina. Una de las chicas esgrimía uno y dos de los chicos, los otros. Entonces, «salieron a buscar a Juan Felipe con la intención de agredirle y causarle la muerte». Según testigos, uno de los chavales iba diciendo: «¡Yo a este tío lo voy a apuñalar!».

Cuando llegaron a su encuentro, en las cercanías del restaurante Satistegi, «le rodearon para asegurar el resultado y debilitar su posible defensa y empezaron a golpearle al tiempo que le hacían diversos cortes en los brazos con los cuchillos». En ese momento, fue «apuñalado por la espalda» por uno de los acusados.

La agresión le causó una «herida incisa penetrante por el tercio medio de la espalda derecha», que atravesó la musculatura y penetró en el pulmón derecho. El joven murió desangrado.

Los cinco menores huyeron hacia el metro y tiraron los cuchillos a una papelera». Un policía municipal de Bilbao fuera de servicio les vio y avisó a la Policía de Getxo, que junto con la Ertzaintza, detuvo a los agresores antes de que montaran en el suburbano.