Los cines de Megapark y Artea prohíben comer palomitas y bebida compradas fuera

La semana pasada, Yelmo puso sendos carteles de gran tamaño a la entrada de sus dos cines advirtiendo de la nueva política de la empresa. «Por ahora es solo un aviso, pero desde el fin de semana tenemos orden de no dejar entrar a nadie con comida y bebida comprada fuera», aseguraba el pasado martes un empleado de las instalaciones de Megapark. En los letreros, en castellano y euskera, se señala que «la compañía no permite el acceso a estas instalaciones con alimentos y/o bebidas adquiridas fuera del Yelmo, reservándose por tanto el derecho de admisión». La advertencia dice apoyarse en un decreto promulgado por el Ejecutivo autonómico hace tres años. En concreto, se cita el artículo 51.3 de la orden 17/2019 que regula los Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas en Euskadi.

En el texto legal aludido se dice literalmente que los organizadores de eventos pueden poner «límites al consumo de bebida o comida», aunque la normativa no da más detalles. Iñaki Velasco, abogado de la asociación de consumidores Eka-Acuv, afirma que la interpretación que hace Yelmo de este artículo es «interesada o, cuando menos, errónea». «Se puede establecer una limitación global, esto es, que en el cine no se coma ni se beba absolutamente nada, pero no puedes decir que mis palomitas sí y las tuyas que son de fuera, no».

A su juicio, las salas tienen una actividad principal, que es el pase de material audiovisual, «y no te pueden imponer otra actividad accesoria como la venta de productos alimenticios o de bar». Velasco cree que se trata de «una cláusula abusiva». De la misma opinión es la asociación de consumidores Facua. «Llevamos años denunciando esta práctica en toda España y vamos a estudiar ahora lo que sucede en Bizkaia», asegura su portavoz, Rubén Sánchez.

En el cine de Megapark se da otra particularidad. Los empleados aseguran que se hará una excepción: solo se puede entrar con comida de fuera si ha sido adquirida justo en la tienda que se ubica al otro lado de la pasarela. El establecimiento se llama 'Regaliz' y allí atienden varios trabajadores con la ropa corporativa de Yelmo. «Somos los mismos que los del cine», aclaran. Este diario contactó ayer con los responsables de comunicación de la compañía y, aunque prometieron que realizarían una valoración sobre la medida, finalmente no la hicieron.