Más cánceres en San Francisco, problemas respiratorios en Muskiz y ansiedad en Miribilla
Las mujeres más longevas de Euskadi están en Begoña y hay el triple de niños obesos en Bolueta que en Abando. Repasamos la salud de los vizcaínos con los datos de cada centro de salud
Begoña es la zona de Bizkaia –también de Euskadi– donde más viven las mujeres. 88 años de media. San Francisco, la que menos, con 82. En Abanto y Muskiz la prevalencia de enfermedades respiratorias en hombres es más alta de toda la comunidad. Algorta, a poco más de cinco kilómetros de allí en línea recta, tiene la más baja. Bolueta es el barrio donde hay más niños obesos, uno de cada tres. Abando, a cuatro paradas de metro de allí, uno de los que menos. Solo uno de cada diez chavales de diez años tiene un exceso de peso.
Estos son algunos de los indicadores que se pueden consultar en el Observatorio de Salud del Gobierno vasco. La herramienta permite realizar una fotografía del estado sanitario de la población de Euskadi prácticamente barrio a barrio a través de una veintena de indicadores diferentes. Para ello se nutre de los datos recopilados por Osakidetza.
Y aunque a nivel general los expertos sostienen que la población vasca es relativamente homogénea y sin grandes diferencias, si se entra al detalle se aprecian desigualdades notables entre las distintas zonas. Esto es algo que ocurre tanto dentro de un territorio pequeño como es Bizkaia como en la propia Bilbao. Lo mismo sucede con los sexos. La incidencia de unas enfermedades u otras es muy distinta en hombres y en mujeres.
¿Dónde mueren antes los vizcaínos?
Aquí no hay diferencias entre sexos. La gente que reside en San Francisco es la que menos vive de toda Euskadi. 75 años de media en el caso de los hombres y 82 en las mujeres. En el extremo contrario de la tabla se sitúan Indautxu, entre los varones, y Begoña, entre las mujeres. Diferencias muy llamativas entre vecinos de la misma ciudad que, en línea recta, viven a un kilómetro, o menos, de distancia.
Esperanza de vida en los hombres
Para Imanol Montoya, epidemiólogo estadista del área de Servicios e Investigación del Departamento de Salud, el de la esperanza de vida es el «indicador más potente» de cuantos figuran en el Observatorio de Salud. De alguna manera los agrupa a todos. Montoya es uno de los 'padres' de esta herramienta. Para desarrollarla se siguieron las guías de la OMS en las que se indica como crear este tipo de instrumentos y se basaron en el modelo empleado en Gran Bretaña. Aunque con variaciones. En Euskadi se «optó por entrar más al detalle». Esto permite analizar los datos de las 135 zonas de salud en las que Osakidetza tiene dividido el País Vasco.
Esperanza de vida en mujeres
¿De qué fallecen los hombres?
Por patologías los tumores son la principal causa de muerte en Euskadi. Están detrás del 28% de los fallecimientos, según figura en el último informe de mortalidad publicado por el Departamento de Salud. ¿Y dónde hay un mayor riesgo de morir debido a un tumor maligno? En Bizkaia, si hablamos de los hombres, San Francisco –otra vez– lidera esa clasificación, seguida de Miribilla, Markonzaga (Sestao) y Otxarkoaga, mientras que Plentzia y Gorliz es donde la probabilidad de que un cáncer acabe con la vida de un vecino es más baja.
Tumores malignos en hombres
Pero si el foco lo ponemos en las mujeres la cosa varía un poco. San Francisco –llueve sobre mojado– se mantiene como el barrio de mayor riesgo, pero en segundo lugar se sitúa Rontegi (Barakaldo), con unos niveles muy similares a los de San Ignacio, en tercer puesto. En el lado opuesto Ermua es el lugar con menor letalidad de enfermedades oncológicas en mujeres, seguido de Plentzia y Gorliz.
¿Y las mujeres?
Si hablamos en clave femenina entonces hay que poner el foco en enfermedades circulatorias, que son la principal causa de muerte entre ellas. Aquí Bizkaia, en general, tiene mucho campo de mejora. En este territorio se concentran los municipios donde las tasas de letalidad por este tipo de patologías (hipertensión, accidentes cerebrovasculares, infartos, arritmias...) son más altas de toda Euskadi. Las comarcas de la Margen Izquierda y Encartaciones, Lea-Atibai, Busturialdea, Arratia o el Duranguesado están coloreadas en rojo en los mapas que publica el Observatorio de Salud por su alto riesgo de mortalidad atribuible a este tipo de patologías.
Enfermedades del sistema circulatorio en mujeres
Enfermedades respiratorias
Hay algunas enfermedades que llaman la atención por su diferente incidencia en hombres y en mujeres. Ocurre con las respiratorias. Con ellas sucede que las áreas donde concentran una mayor mortalidad en varones se encuentran en la zona de la Margen Izquierda, con Abanto-Muskiz a la cabeza, seguida de Ortuella, Santurtzi o Balmaseda. En las féminas, en cambio, las que gozan de una peor salud respiratoria son las guipuzcoanas. Si ponemos solo el foco en Bizkaia, son las vecinas de Gernika y Bermeo.
¿Por qué en la Margen Izquierda se muere más de estas patologías?
«La gente que ha trabajado en la minería o en fábricas tiene una mayor incidencia de este tipo de patologías por la exposición a diferentes sustancias que soportó durante su etapa laboral. Con otras enfermedades como pueden ser las vasculares o la diabetes sucede algo parecido. Guardan relación con la dieta o los componentes con los que tenemos contacto», explica la facultativa Ángela Fuentes, integrante de Osatzen, la Sociedad Vasca de Medicina Familiar y Comunitaria. Imanol Montoya profundiza en esta idea. «Los indicadores que recoge el Observatorio de Salud reflejan aspectos que pasaron hace 20 o 30 años y que se manifiestan ahora en la salud de las poblaciones de los diferentes lugares. Ocurre con las enfermedades respiratorias en los hombres en la Margen Izquierda o con el tabaquismo en las mujeres en la Margen Derecha. Con los tumores sucede algo parecido. Los resultados actuales son consecuencia de hábitos que tuvieron lugar años atrás», explica el epidemiólogo experto en datos.
Enfermedades respiratorias en hombres
El consumo de tabaco, más elevado entre las clases bajas, guarda una relación directa con la aparición de los diferentes cánceres, aunque no es la única causa ni tampoco es vinculante, aunque sí aumenta el riesgo. «Hay gente que fuma, no se cuida y que no tiene cáncer de pulmón; mientras que personas que nunca han probado un cigarro, son deportistas y tienen buena alimentación lo desarrollan. En medicina siempre hay más de una causa detrás de la aparición de una u otra enfermedad», indica Gontzal Tamayo, director de Transformación, Planificación y Digitalización del Departamento de Salud.
Obesidad infantil
Exceso de peso en niños de 10 años
No solo en la incidencia de enfermedades permiten poner el foco los mapas, tablas y datos recopilados por el Observatorio de la Salud. También incluye indicadores que dan pie a analizar hábitos de vida o sus efectos. Es lo que ocurre con la obesidad infantil en niños y niñas de 10 años o con el tabaquismo. Las zonas socialmente más favorecidas (centro de Bilbao, Algorta o Sopela) muestran los mejores datos en lo que a exceso de peso se refiere. En estos lugares solo uno de cada diez niños está pasado de kilos. En cambio, en lugares con un menor nivel socioeconómico (Bolueta, Otxarkoaga, Basauri, Astrabudua), entre el 25 y el 33% de los críos tienen sobrepeso.
Tabaquismo
Tabaquismo en mujeres
Con el tabaquismo los resultados son peculiares. Aunque es más frecuente en barrios de renta baja, también hay altas tasas de consumo en zonas 'bien', en especial entre la población femenina. Es lo que ocurre en la Margen Derecha, algo que Ángela Fuentes atribuye al «falso empoderamiento» que daba este hábito entre las féminas de estos municipios «en los años 80».
Actividad física
También es posible ver donde la poblaciones físicamente más activa. En el caso de las mujeres, las que practican deporte con más regularidad son las del Txorierri y Sopelana. Lo hace tres de cada cuatro. Las que menos, las de Lea-Artibai y Gernikaldea. En cuanto a los hombres, los menos deportistas son los vecinos de las Encartaciones.
¿Y la salud mental?
Consumo de ansiolíticos en mujeres
Aunque esta herramienta no está orientada para abordar un problema tan complejo, uno de sus indicadores sí aborda el consumo de ansiolíticos. Y los resultados son, cuanto menos, sorprendentes. Los consumos más altos se dan en barrios donde la edad media de la población es menor. Sucede con Miribilla, en Bilbao, o Salburua, en Vitoria. Algo que invita a realizar un estudio más profundo para conocer sus causas.
Créditos
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GRÁFICOS: Isabel Toledo
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