Bilboko Tabernariak denuncia la falta de ayudas por parte de las instituciones

No son tiempos fáciles para la hostelería. Desde que Euskadi entró en la nueva normalidad, han estado en boca de todos a causa de los rebrotes. Es el sector que más restricciones ha tenido por parte del Gobierno vasco en el decreto de la emergencia sanitaria y muchos contemplan un oscuro futuro. Este lunes, decenas de taberneros se han concentrado frente al Ayuntamiento de Bilbao para denunciar que no están recibiendo ninguna ayuda por parte de las instituciones. «Estamos cumpliendo con todo lo que nos dicen, pero si seguimos así, nuestros negocios van a morir», ha lamentado, Ihintza Torres, dueña del bar Zulo en el Casco Viejo.

Los manifestantes se han juntado bajo el nombre Bilboko Tabernariak, una agrupación que reúne a unos 60 hosteleros del Casco Viejo, Atxuri, Santutxu y Bilbao La Vieja. La mayoría de estos locales no tiene acceso a terraza y son pequeños, por lo que la gran parte de sus clientes son personas que beben en las inmediaciones de los bares de pie. «Se están empeñando en que la gente esté dentro, pero en la calle guardan mejor las distancias», ha criticado Torres, que habla en «nombre de todos» cuando dice que hacen suyas las restricciones, siempre y cuando «sirvan para evitar más contagios». «Al final estamos viendo que, aunque nosotros apechuguemos con lo que nos digan desde arriba, los positivos aumentan», matiza.

Lo más crítico para ellos, según explican, es que «no llegamos a una facturación del 20%, pero nos cobran el 100% de los gastos». Facturas como de la basura y el agua les llegan como si estuviesen funcionando con normalidad. «Algunos hemos podido negociar las rentas de los locales, pero otros muchos no. Más de uno no llegará a noviembre, y tienen que tener en cuenta que detrás de las barras hay familias», reclama Torres. Asimismo, una gran parte de los trabajadores de hostelería están en ERTE, no así en el Casco Viejo. «Antes de las elecciones la cosa parecía que estaba funcionando. Trabajábamos cómodamente y algunos los sacamos del ERTE. Después, cambió de un día para otro, y ya no podemos mantener a los empleados», se queja.

Bilboko Tabernariak ha asegurado que se sienten amenazados y acosados por parte de la Policía Municipal. Denuncian que pasan todos los días por las Siete Calles «con un tono agresivo diciendo que nos van a poner multas, un día sí y otro también». Asegura que ese es un elemento más de presión que afecta en su trabajo. «Nosotros tenemos que estar controlando a la gente, y nos tratan como a delincuentes. Siempre de malas formas», ha zanjado Torres.