Las ayudas para paliar los daños de corzos y jabalíes se disparan un 42,5%

La Diputación concederá 342.000 euros, 102.000 más que en 2023, a 141 titulares por las afecciones de la fauna silvestre

Sábado, 6 de septiembre 2025, 00:46

La expansión del jabalí y del corzo en las últimas décadas, impulsados por el abandono de la vida rural y la práctica desaparición del lobo, ... han multiplicado los daños en las explotaciones agrícolas vizcaínas. Las incursiones en huertas, viñedos, plantaciones forestales, invernaderos y zonas de frutales, que se producen cuando «la capacidad de carga de estas especies en el medio es superada», han llevado a la Diputación a incrementar en 102.000 euros, hasta los 342.000, el presupuesto para compensar a los baserritarras y propietarios forestales por los daños causados por estos animales.

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El área de Sostenibilidad y Medio Natural ha aprobado el decreto que recoge las indemnizaciones a 141 afectados por destrozos entre el 1 de agosto de 2023 y el 31 de diciembre de 2024. Se trata de una medida, la de las ayudas, que se puso en marcha en 2010 para tratar de mitigar el impacto de la fauna silvestre en la actividad económica del primer sector.

Las reclamaciones presentadas por particulares y empresas, según los datos que maneja el departamento que dirige Arantza Atutxa, se dispararon el año pasado hasta las 2.561 frente a las 1.477 de 2023. La diferencia entre los incidentes y el número de perjudicados que han percibido una compensación responde, en parte, matizan desde la entidad foral, a que «un solicitante declara más de un daño» y, en otros casos, a que no se cumplieron los requisitos para acceder a las ayudas.

Las indemnizaciones se conceden a explotaciones con una superficie mínima, que varía en función del tipo de cultivo, y de la que tiene que estar afectado un porcentaje. Los daños sufridos, además, tienen que ser superiores a los 250 euros y la afección provocada a las plantas ha de ser de tal magnitud que haya producido su muerte o, en su caso, que su porvenir sea inviable. Asimismo, el reclamante debe ser «agricultor a título principal».

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De acuerdo a la relación de subvenciones, casi el 80% del importe asignado a los propietarios que han sufrido destrozos corresponde a incursiones de corzos, herbívoros cuya dieta se basa en la ingesta de herbáceas y en el ramoneo (alimentación a través de hojas, brotes tiernos o frutos) de especies arbustos y árboles. De ahí que entre las aportaciones más cuantiosas estén las asignadas a las bodegas, que percibirán más de 45.000 euros por los perjuicios causados por ese ramoneo y por escodadura, los desgarros que dejan en los troncos con sus cuernos.

En las plantaciones forestales, se indemnizan en mayor medida las afecciones a árboles de más de 15 años, con un máximo de 6.000 euros por hectárea, como en el caso de las plantas productoras de frutos y los cultivos hortícolas. Entre estos, los mejor valorados son los de guindillas, pimientos de Gernika, cebollas, tomates y escarolas. Las compensaciones, eso sí, pueden verse aminoradas hasta un 20% si los titulares no disponían de medidas preventivas ante los ataques de fauna silvestre, como por ejemplo un sistema de cerramiento adecuado.

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