La agresión a un menor del Iurretako en Salou enfrenta a padres, directiva y partidos
El Ayuntamiento creará una comisión, mientras que el club se desvincula de la polémica y descarga la responsabilidad en los progenitores que organizaron el viaje
La presunta agresión a un futbolista juvenil del Iurretako (16 años) por parte del padre de un compañero de su equipo en la medianoche del ... domingo 20 de abril en la habitación del hotel 4R Salou Park Resort II (Tarragona), ha conmocionado a la localidad, involucrando a progenitores, junta directiva y partidos políticos.
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El club de esta localidad del Duranguesado que cuenta con 3.873 habitantes emitió un comunicado oficial ayer en las redes sociales donde condenó «todo tipo de violencia y más si es referente a un menor como ha sucedido en esta ocasión». Eso sí, puntualizó que este viaje fue organizado por los padres de los chavales que juegan en el juvenil A para la celebración de un torneo al que llevan acudiendo varios años y exime cualquier tipo de culpa a la entidad, «dejando toda la responsabilidad en manos de los progenitores de los menores y responsables que hayan acudido con el equipo». Entre ellos la esposa del presunto agresor, que es directiva del club. Esta declaración no ha gustado a parte de las familias, mientras que el alcalde de la localidad, Oscar Koka (PNV), trasladó a este periódico que convocará, a petición del club, una comisión de seguimiento del caso.
Los hechos se produjeron mientras se disputaba el torneo 'Marenostrum Cup' en el que participaban conjuntos de diferentes provincias. El agredido, natural de Durango, interpuso una denuncia el día 21 en presencia de su progenitor -a la que ha tenido acceso EL CORREO- en la comisaría de la Ertzaintza por «amenazas y lesiones» en el cuello, que es acompañado del parte médico de Osakidetza.
Pero el club mantine su postura. «No entramos a valorar nada más porque todo lo anteriormente dicho está judicializado y hay que respetar ante todo a las familias implicadas, donde hay más menores y respetar la decisión del juez». En esta línea, la entidad deportiva advierte que el Iurretako KT lo único que ha hecho es ceder la equipación y el nombre del club para que la plantilla pueda disfrutar de este torneo, desvinculándose de la polémica. Aunque el comunicado señala que están abiertos a cualquier diálogo y solución que se le pueda dar a esta situación para «no enquistar y alargar la desilusión que ha generado todo esto en los chavales del juvenil A y otros equipos de la entidad constatando el revuelo generado en el pueblo y alrededores que no hacen más que generar tensión y mal ambiente en los campos de fútbol».
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El presidente del club, José Antonio Sagarnaga, concejal del PNV en el Ayuntamiento de la localidad, subrayó a este periódico que el caso se encuentra en instancias judiciales y no puede realizar ninguna valoración más hasta que salga una sentencia. «Han ido con el nombre del Iurretako pero es algo externo al club, no tiene nada que ver el club con lo que ha pasado», incidió.
Protesta el sábado en el campo
EH Bildu, principal partido de la oposición, expresó ayer su «total apoyo al joven que ha sufrido la agresión, así como ofrecerle toda nuestra ayuda y solidaridad» y manifiesta su respeto absoluto al proceso judicial en curso. Eso sí, la coalición abertzale recalca que quiere denunciar «públicamente la actitud adoptada por la directiva del club». «Ningún responsable de la entidad se ha puesto en contacto con el menor agredido ni con su entorno. Además, en presencia de los jugadores del equipo, se ha posicionado a favor de una versión de los hechos sin escuchar al joven ni a las familias que viajaron a Salou», lanzó la formación. El próximo sábado jugadores desplegarán una pancarta y se sentarán un minuto en el campo de Larrakozelai en señal de denuncia, aunque este periódico ha podido saber que pueder haber una contraprotesta.
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La familia del padre que agredió presuntamente al menor indicó en un escrito remitido a este periódico que el joven llevaba «una hora» molestando y «aporreando la puerta» de su habitación. Reconoció que metió al chaval menor de edad en el cuarto, en el que también se encontraban su mujer y su hijo, que le «agarró del cuello» y que le «arañó sin querer», pero niega que le amenazara verbalmente. «En ningún momento le dije que le iba a matar ni barbaridades como las que se están contando».
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