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Vista de los dos viaductos, uno ya con el suelo hormigonado y el otro en fase de construcción. Fotos: jordi Alemany

Más de 7.000 camiones circularán cada día desde abril por la ampliación de la Supersur

El tramo entre Bilbao y Venta Alta, de 4,7 kilómetros, afronta su fase final tras completar cuatro túneles y dos viaductos

Miércoles, 9 de noviembre 2022, 00:50

Cuando en 1993 el por entonces diputado de Obras Públicas, Federico Bergaretxe, puso sobre la mesa la idea de construir una autopista de peaje paralela ... a la A-8 que descongestionara el caótico tráfico alrededor de Bilbao, no pudo imaginarse que habría que esperar 30 años para que fuera una realidad. La Supersur, el grandilocuente nombre con el que se bautizó el proyecto, será por fin una realidad completa en la próxima Semana Santa. El último tramo que aún falta por entrar en servicio -conocido como la ampliación hasta la AP-68 y de 4,7 kilómetros- será inaugurado en abril. Enlazará la zona de Larraskitu, en Bilbao, con la de Venta Alta, en Arrigorriaga, a través de una cadena de túneles y viaductos entre los montes que rodean la parte sur de Bilbao.

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La fecha ya la había desvelado en este periódico el diputado de Infraestructuras, Imanol Pradales, este pasado verano. Pero siempre cabía la posibilidad de que un revés de última hora en las obras pendientes truncara esos planes y obligara a asumir nuevos retrasos. Pero según lo visto ayer durante una visita oficial en las estribaciones del Pagasarri, donde ahora se concentra el tajo, los plazos podrán cumplirse sin problemas. Tanto los dos pares de túneles como los dos viaductos que conforman el nuevo tramo están muy avanzados y los trabajos afrontan su recta final, una vez superados los hitos más complicados.

Cuando la ampliación sea inaugurada, la Supersur actuará como una faraónica variante sur de Bilbao. Vehículos procedentes de Vitoria, por ejemplo, que se dirijan a Santander ya no tendrán que circular por ningún tramo de la A-8 a la altura de Bilbao. Es cierto que en estos momentos pueden tomar la Supersur en Larraskitu, justo a la entrada de la ciudad, olvidarse de pasar por Basurto, las curvas de Zorroza y la recta de Max Center, para desembocar en Santurtzi camino de Ugaldebieta.

Tres operarios trabajan en uno de los puentes.

Pero con el nuevo tramo se evitará la confluencia de la AP-68 con la A-8 -justo después de los túneles de Malmasín-, un punto donde casi a diario se produce un cuello de botella que congestiona el tráfico al no poder asumir los flujos de ambas vías. Toda esa zona ganará en fluidez porque los conductores procedentes de Vitoria tomarán la Supersur en Arrigorriaga, justo a la altura de la depuradora de Venta Alta, y de allí directos hasta Santurtzi. En sentido contrario, los vehículos ya no tendrán que bajarse de la variante en Larraskitu -con lo que evitarán un tramo de la A-8 y el arranque de la AP-68-, y podrán continuar hasta Arrigorriaga.

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La Diputación espera que 20.000 coches circulen cada día por el nuevo tramo. De ellos, el 35% serán pesados, es decir, 7.000 camiones que en ningún momento atravesarán punto alguno del área urbana de Bilbao en sus desplazamientos con origen o destino, por ejemplo, en el Puerto. Este es uno de los grandes objetivos que persigue la Diputación en su plan de actuación vial: sacar a los camiones de las carreteras con más tráfico o que atraviesan núcleos urbanos y desviarlos por vías de pago, lo que ayudará a dar fluidez a toda la red, reducirá el riesgo de accidentes y disminuirá la contaminación. De ahí la decisión de cobrarles peaje, a partir del 1 de enero, en las carreteras 'alternativas' a la AP-68: la que se dirige hacia Orduña y la de Barazar. En ambas vías el canon será superior al que se tenga que pagar en la Supersur, una medida que busca 'incentivar' su uso por parte de los camioneros.

En estos momentos completar el tramo ya abierto de la Supersur cuesta 1,45 euros para los coches; 5,26 para los camiones tipo I; y 5,93 para los de tipo II. Circular por el nuevo tramo implicará el pago de una tarifa, aún por determinar que encarecerá el precio final. Como novedad, no se instalarán cabinas de peaje tradicionales, sino que se colocarán pórticos para el cobro telemático del canon. Un sistema de cámaras controlará las matrículas de los vehículos y, gracias a un acuerdo entre la Diputación y los gestores de la AP-68, se cobrará a los conductores una vez abandonen la autopista en función de los kilómetros recorridos.

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Imagen tomada desde el interior del túnel de Arnotegi sentido Vitoria, donde se aprecia la boca de la galería de Seberetxe tras pasar el viaducto.

«Rápida, segura y cómoda»

Los responsables forales realizaron ayer una visita a las obras aún en ejecución. La principal novedad es que un coche ya puede realizar todo el recorrido de la ampliación, incluido el paso sobre el valle del Bolintxu, el punto crítico del trazado. Tras completar en los últimos meses la construcción de los viaductos que sobrevuelan este enclave de Bilbao de especial interés medioambiental -se levantaron in situ en mitades a cada lado del precipicio, que posteriormente se unieron en una complicada maniobra- el recorrido completo de la Supersur es ya una realidad.

El nuevo tramo es un trazado de 4,7 kilómetros que se recorrerá en poco más de tres minutos y medio. En sentido Vitoria, el trazado arranca con el largo túnel de Arnotegi, de casi 2.000 metros de longitud. Justo en la boca de salida de la galería arranca el viaducto del Bolintxu (hay uno por cada sentido) que, tras salvar una caída de más de 50 metros, enlaza con un segundo túnel, el de Seberetxe, de 'sólo' 600 metros. A partir de ahí se llega al 'scalextric' de Venta Alta, en Arrigorriaga, donde se enlaza con la AP-68. «Es una infraestructura más rápida, más segura y más cómoda que la alternativa actual», aseguró ayer el diputado de Infraestructuras, Imanol Pradales.

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De aquí a Semana Santa, un centenar de operarios se encargará de finalizar la construcción del viaducto sentido Vitoria, del pavimentado de los dos, de la señalización tanto horizontal como vertical y los remates de los cuatro túneles.

En su contexto

  • 162 metros mide el viaducto más largo, el de sentido Santander, que aún está en contrucción. Por el otro puente, de 142, ya se puede transitar en coche.

  • Trazados 'gemelos' La ampliación de la Supersur discurre por dos viales paralelos, uno por cada sentido, de dos carriles. Cada uno cuenta con dos túneles y un viaducto, lo que ha obligado a completar, en total, seis tajos.

  • 1.949 metros mide el túnel más largo, uno de los dos de Arnotegi -el otro es de 1.919-, mientras que los de Seberetxe son de 608 y 620 metros.

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