Siguen de dulce en el sprint final

Martes, 18 de mayo 2021, 23:58

Sigue de dulce el Bilbao Basket en este tremendo sprint final por escapar de la quema. Este martes logró derrotar a un Burgos que mostró ... lo mejor y lo peor de su juego. Un tercer cuarto de ensueño sirvió para asegurar una victoria que ahora invita a hacer unas cábalas que hace poco tiempo parecían casi irreales. Para empezar, los bilbaínos ya están empatados con el Estudiantes en la clasificación, al que solamente le queda un partido precisamente ante el Burgos. Con el average perdido ante los de Magariños y una muy complicada visita al Real Madrid este jueves, la lógica invita a pensar que la victoria de los burgaleses ante el Estudiantes el viernes es imprescindible para poder soñar con una salvación que pasaría por derrotar al Joventut en Miribilla el domingo. No se rinden los de Mumbrú y veremos si llegamos a sufrir, y ojalá disfrutar, en esa posible ultima jornada de infarto.

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Brown

Comenzó el partido con un primer cuarto en el que Bilbao Basket y Burgos pusieron sobre la mesa estrategias ofensivas totalmente opuestas. Mientras los locales lo fiaban todo al tiro exterior, con 12 tiros de tres puntos en esos diez minutos, los visitantes dominaban debajo del aro bilbaíno con un 9 de 13 en tiro de dos puntos.

Con Rivero como hombre más destacado, los burgaleses tomaban una pequeña iniciativa en el juego que dos triples consecutivos de Brown y Jenkins se encargaron de cortar en un segundo periodo en el que las tornas cambiaron. Los de Álex Mumbrú cerraron la autopista que llevaba a su aro, dejando a su rival en un 25% de acierto en tiros de dos puntos y en solamente 14 puntos anotados en ese segundo parcial, lo que permitió a los locales tomar el mando en el marcador. La intensidad de Jaylon Brown dio otro aire al equipo en esos minutos del encuentro y solamente el lastre de las pérdidas de balón impidió una mayor ventaja local al paso por los vestuarios.

Hakanson

Tras el descanso, Hakanson se puso la capa de superhéroe y salió decidido a ser la punta de lanza de un Bilbao Basket que transformó su necesidad en una energía inalcanzable para un rival totalmente superado por los hombres de negro. La intensidad defensiva y el acierto en el triple, 7 de 10 en ese mágico tercer periodo, puso a los locales tan cerca de la victoria a fala de más de diez minutos que llegaron las dudas en forma de bloqueo mental.

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Si a eso le sumamos el despertar de un Benite en estado de gracia en el último cuarto, los nervios llegaron a aparecer en el equipo local. Pero de nuevo los triples de Brown y Jenkins sirvieron para cerrar el partido y ganarse el derecho a seguir soñando con la permanencia.

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