Borrar
Charla final. Ponsarnau da las últimas directrices al equipo antes del partido contra el Sassari. FOTOS: Luis Ángel Gómez y Jordi alemany

Así prepara un partido el Bilbao Basket

En las entrañas. Vídeos, reuniones, scouting, charlas, análisis colectivos e individuales, entrenamientos... EL CORREO pasa dos días con el Surne para recoger el trabajo previo a un duelo de élite

Sábado, 25 de enero 2025, 00:59

A las diez de la mañana del lunes 13 de enero todo el mundo está donde tiene que estar. Choca moverse en un Miribilla silencioso, lugar donde habitualmente vive el ruido, solo roto por las voces de los entrenadores y el chillido de las zapatillas en contacto con el parqué, además de por alguna broma y el sonido de la red cuando traga un tiro limpio. El cuerpo técnico está en la sala de trabajo con los ordenadores portátiles y una gran pantalla fijada en la pared, con la pizarra, mientras que la plantilla se activa en la cancha, donde más tarde comenzarían las 'partidas de ajedrez' diseñadas por Jaume Ponsarnau. EL CORREO ha acompañado al Bilbao Basket durante dos días para conocer cómo prepara un partido de élite, en este caso el del Dinamo Sassari, correspondiente a la cuarta jornada de la segunda fase de grupos de la FIBA Europe Cup. Llama la atención el peso de los detalles, la profundidad del análisis, que llega hasta los gestos del rival, una labor exhaustiva de conocimiento del contrario que realiza el 'staff' y luego se lo da 'masticado' a los hombres de negro. Ellos apenas hablan, solo recogen y procesan la información. Así son las 48 horas previas a un encuentro.

Día 1

'Scouting', tipos de defensa, vídeo, entrenamiento...

10 horas. En la sala de trabajo del 'staff' técnico en Miribilla, los portátiles de Javi Salgado y Sergio García echan humo. El análisis del Sassari está completo –solo queda cribarlo, elegir las partes más relevantes y desarrollarlas con la plantilla–, por lo que los dos entrenadores ayudantes de Ponsarnau adelantan los deberes relativos al choque frente al Barça. «La preparación siempre va un partido por delante», explica el 'crack' de Santutxu. Él se encarga de desmenuzar y explicar la defensa de los italianos, y García hace lo propio con el ataque. Los jugadores mientras tanto disponen de una hora de ejercicio individual antes de la sesión de vídeo. En los ordenadores abundan imágenes y jugadas del conjunto sardo, elementos de colores rojo y verde en forma de flechas y cuadrados que señalan espacios, movimientos, desplazamientos y destripan el libro de jugadas italiano. Todo ello se proyecta en la pantalla para el colectivo.

Sala de trabajo. Salgado última el análisis de vídeo con Ponsarnau recibiendo el parte médico de la plantilla.

«Preparamos un vídeo de unos 50-60 clips –en referencia a piezas concretas del contrario– y se lo enseñamos a Jaume. Él lo repasa, lo filtra y al final se queda con entre ocho y diez que muestra al equipo», explica Salgado. Poco después entra al despacho el propio técnico catalán –venía de la rueda de prensa previa al encuentro– y comienza con el estudio y la elección de las imágenes. Sus dos ayudantes le enseñan las muestras visuales, las explican y le hablan de los tipos de defensa que emplea el Sassari. Concluyen que su preferida es la 'red' –término para designar una actitud de contención agresiva–, aunque recurren asimismo al 'flash' –se caracteriza por los amagos–, 'brown' –muchas ayudas– y 'black' –empleada en los segundos finales de la posesión–. «Pero su preferida es la 'red'. A ver qué hacen aquí», concluyen.

12 victorias

encadena el Surne en esta edición de la FIBA Europe Cup, en la que ya está metido en los cuartos de final y aguardan rival en los cruces

Ponsarnau ordena todo y se queda con una decena de 'clips'. Plantea arrancar con Omar Silverio en el quinteto inicial –lo escribe en la pizarra–, pero después de un intercambio de pareceres se acuerda empezar con Ali. Todo va en función del perfil del rival. «Si ellos tienen a un 'cinco' muy grande comenzamos con Hlinason, y si es más pequeño y atlético, pues apostamos por Marvin (Jones)», pone como ejemplo Salgado. En plena charla aparece uno de los fisios y comunica a Ponsarnau que De Ridder refiere molestias musculares y que no debería jugar. Tampoco Kullamae. Mensaje recibido. Dos bajas. Sergio García vuelve a centrar la atención en la pantalla para trasladar que cuando el base del Sassari hace el gesto de la cremallera en el cuello eso significa una jugada concreta. Se estudia.

11 horas. Con todo el material recopilado, el cuerpo técnico y la plantilla se reúnen para la sesión de vídeo. Hay 16 jugadores en el vestuario, entre ellos De Ridder y Kullamae, presentes a pesar de que no se medirán a los italianos. Ponsarnau desmenuza el equipo rival. «Tienen un fichaje nuevo, Erten Gazi, que acaba de llegar del Efes. Justin Bibbins –el base– no jugará por lesión». Los hombres de negro ven en la pantalla el 'roster' sardo y a continuación se les proyectan los jugadores 'tres estrellas', los más peligrosos. Son cinco: Bendzius, Veronesi, Tambone y los propios Bibbins y Gazi, a pesar de sus problemas físicos. Por si acaso. También se destaca a Fobbs como amenaza. Lo fue.

Comienzan a sucederse jugadas, se congelan las imágenes para acompañarlas de la correspondiente explicación, aparecen flechas verdes y rojas, triángulos impresos en el suelo, con nombres de las defensas y los ataques, todo servido al detalle para saber hacia dónde ir, cómo y en qué momento. «Tienen una gran eficiencia desde las esquinas», avisa el técnico del Surne, quien repasa cómo atacar las defensas 'red', 'brown' y 'black'. Ofrece ejemplos de los partidos del Sassari con Cholet, Varese y el propio Surne, que ganó en el Palaserradimigni. Estela a seguir.

Sergio García, encargado del análisis ofensivo del rival, observa a Silverio en la pista de Miribilla.

11:30 horas. Después de casi media hora de vídeo, los hombres de negro regresan a la pista para completar el entrenamiento. Esta vez les acompañan los tres entrenadores y el resto del 'staff'. Con De Ridder entre algodones, los técnicos confeccionan tres quintetos para poner en práctica diferentes ejercicios ofensivos y defensivos. Todo está medido al milímetro, con minutos asignados a Ponsarnau, Salgado y García. Cada uno de ellos se encarga de su parte de trabajo, con el acento puesto en diferentes conceptos de juego. Una hora y media después, a la una, llega el momento de la ducha y de irse a casa a comer y a descansar.

Día 2

Sesión de tiro, más vídeos, charlas prepartido y encuentro

11 horas. El mismo día del partido, la plantilla está citada para realizar el último entrenamiento en horario matinal. Se trata de una suave sesión de tiro combinada con la táctica. Esta vez solo asisten los 12 convocados y de nuevo el tiempo está medido al milímetro. Para empezar, los hombres de negro disponen de ocho minutos para lanzamientos. Luego llegan seis en estático, con Ponsarnau en la pista moviendo a jugadores como si fueran piezas de ajedrez. «Hay un cambio aquí», se le oye decir, siempre en inglés. Todo son simulaciones de sistemas con el objetivo de adelantarse al rival y frustrar sus propuestas. Bloqueos, pantallas, salidas por varios lados, búsquedas de espacios, ejercicios de anticipación, generación de tiros. El equipo dispone de otros seis minutos de anotación, cinco para los tiros libres, 12 de atacar cinco contra cinco y tres contra tres... Nada se deja al azar, todo está pautado hasta el más mínimo detalle.

Individualizado. La sesión de vídeo sobre los jugadores del Sassari corre a cargo de Salgado.

12 horas. Tras una hora en la pista, los jugadores se meten en la sala de prensa para atender una sesión de vídeo individualizada. ¿Esto qué quiere decir? Que una vez estudiada la propuesta colectiva del Sassari toca profundizar en sus jugadores. Gielo llega un poco tarde y le reciben con aplausos. Luego se oye un grito: «¡Multa!». Ríen todos. Salgado toma la palabra. Empieza a analizar a todos los contrarios uno a uno. Ofrece estadísticas presentadas en colores verde –destacan porcentajes buenos– y rojo –malos–. Subraya que Bibbins y Renfro «no van a estar». Despliega una batería de datos relativos a Cappeletti, Fobbs –«es zurdo, contraataca y está bien en la defensa de uno contra uno»–, Veronesi –«buen tirador»–, Bendzius –«toma tiros difíciles, busca el triple y va al rebote ofensivo»–, Halilovic –«corre bien por el centro, puede botar, hacer pick and roll, va al poste bajo...»–, Vincini... Subraya cada punto fuerte de los hombres del ya despedido Nenad Markovic y entrega a los bilbaínos un retrato robot personalizado de sus pares.

18:30 horas. Una vez comidos y descansados, los hombres de negro regresan por la tarde al pabellón un par de horas antes del partido. Ahora es el turno de Sergio García, quien repasa con la plantilla el ataque del Sassari. Hace lo mismo que Salgado, pero en clave ofensiva. Antes, el cuerpo técnico se había reunido unos minutos para pulir los últimos detalles del choque. Con la lección repasada y el apoyo del vídeo, el equipo sale a la cancha para estirar, calentar y tomar contacto con la pista y los aros. Hay música en la cancha, otros van con sus cascos.

Paisanos. Hlinason saluda a Txipi en presencia del delegado de la FIBA (islandés).

19:25 horas. Es el momento de la charla final de Ponsarnau. Lejos de apostar por un discurso motivacional, el catalán se ciñe exclusivamente a los principios tácticos del choque. De nuevo usa la pizarra en la que hay fijadas varias hojas con el dibujo de la pista en las que marca los movimientos y las trayectorias. «Hay que estar preparados para correr. Debemos hacer un esfuerzo de 40 minutos y meter ritmo al partido, ganar la batalla del rebote y jugar bien. Si ellos plantean la defensa 'red'...», repasa de nuevo todas las variantes posibles, además de insistir en los «emparejamientos individuales» y de recordar el «plan B» por si falla el A. «En la FIBA cada posesión importa», acaba antes de hacer piña con sus jugadores. Todo ello con dos carteles al fondo. En uno se lee: 'We fight for our territory' (luchamos por nuestro territorio), con la imagen de una manada de lobos. Y en el otro pone 'The Answer' (respuesta) con la foto de Iverson, en alusión a su carácter y personalidad. Grito del grupo y a la pista.

Victoria. Jugadores del Surne saludan a Miribilla tras ganar al Sassari.

20 horas. El balón salta por los aires. Lo gana Hlinason. 40 minutos después, el Bilbao Basket alza los brazos victorioso y clasificado para los cuartos de final de la Europe Cup. El 'staff' ya trabaja con la vista puesta en el Breogán, el duelo de esta tarde. Jugadores tres estrellas, defensas, ataques, sistemas...

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Así prepara un partido el Bilbao Basket