La plantilla del Surne Bilbao Basket volvió a subirse a la 'tomatera' para hacer grupo e ir conociéndose entre todos. Luis Ángel Gómez

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EL CORREO recrea el protocolo de acogida del Surne con los fichajes, desde la adjudicación del piso hasta las matrículas en los colegios y los partos

Robert Basic

Bilbao

Martes, 7 de octubre 2025, 00:50

Un equipo de baloncesto suele ser remodelado de un año a otro en profundidad, con muchas salidas y llegadas de jugadores que generan diferentes necesidades en los clubes de acogida. El Surne Bilbao Basket tampoco escapa de este proceso de reconstrucción, de remodelación de la plantilla, que en este verano se ha traducido en siete altas y ocho bajas. Dejaron Miribilla Muhammad-Ali-Abdur-Rahkman, Kristian Kullamae, Rubén Domínguez, Zoran Dragic, Xavi Rabaseda, Thijs de Ridder, Tomasz Gielo y Marvin Jones, y su sitio ha sido ocupado por Justin Jaworski, Margiris Normantas, Darrun Hilliard, Stefan Lazarevic, Aleix Font, Luke Petrasek y Martin Krampelj. Gente nueva, con perfiles familiares diferentes, que desde la entidad vizcaína se atienden de acuerdo con un protocolo perfectamente trabajado y adaptado a las exigencias de los profesionales contratados. EL CORREO recrea el proceso de acogida que dispensa el club a los recién llegados, desde la adjudicación de las viviendas habituales hasta la gestión de las matrículas en colegios y partos en clínicas bilbaínas.

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1. Envío de vídeos del parque de viviendas disponibles

Nada más cerrarse el fichaje, la dirección deportiva comunica a las oficinas la firma del contrato para que todo se ponga en marcha. Alguna vez incluso el propio jugador se pone en contacto con su enlace en el club –caso por ejemplo de Hilliard–, pero lo habitual es que el Bilbao Basket abra la vía del diálogo. Pregunta por las preferencias de la vivienda, el número de inquilinos, si se viene con mascotas... Con la información recabada, el Bilbao Basket envía vídeos de pisos que se ajustan a las peticiones formuladas. Ha habido casos especiales como por ejemplo los de Andrew Goudelock, quien vino en su momento con cuatro hijos y hubo que buscar alternativas, y de Rousselle, que prefirió una casa individual fuera de la ciudad. Ahora por ejemplo Hilliard vive en un adosado con su esposa y sus tres hijos y Jaworski, en Mungia.

2. Carta de bienvenida con la historia del club

Una vez resuelto el tema de la vivienda, el Bilbao Basket remite una carta de bienvenida firmada por la presidenta Isabel Iturbe. En el documento se detalla la historia del club, se adjunta un listado con nombres de jugadores emblemáticos, se facilita la relación de los patrocinadores, se comunica la identidad de los miembros del consejo y de los empleados, además de los integrantes del 'staff' técnico y de las oficinas. Asimismo, se explican los detalles de la cesión del coche oficial. El objetivo es que se hagan una idea de dónde vienen y con qué se van a encontrar.

3. Recibimiento en el aeropuerto de Loiu y las primeras compras

El día que el jugador aterriza en Loiu solo o con su familia, una delegación del club le espera en el aeropuerto. Suelen ser el delegado del primer equipo, Erik Badiola, el director deportivo, Rafa Pueyo, y el responsable de comunicación, Alberto Álvarez, o alguien de su departamento. El nuevo MiB hace unas breves declaraciones y posa con los colores del club, y luego se le lleva a su casa. Se le explica en qué zona está y se le entregan las llaves del coche, que le espera estacionado en el párking. También se procura llenar la nevera para los primeros días –'pack de bienvenida' se llama– y se les explica dónde están los supermercados para hacer la compra –incluso se les lleva al principio–, se les entregan las tarjetas SIM para los móviles...

4. Acompañamiento y matrículas de los niños en los colegios

El club deja su espacio a los jugadores y sus familias, pero siempre está ahí por si se le necesita. En las primeras semanas está al lado de los nuevos para echar una mano en lo que haga falta. Incluso hay gente que prefiere cambiar de casa porque una vez vista no les convence y el Surne busca enseguida soluciones. También acompaña a matrimonios o parejas con hijos en el proceso de matriculación en el colegio elegido. Suelen ser extranjeros –francés, inglés o americano– y les facilitan contactos para que todo sea más fácil.

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5. Permisos de trabajo, residencia, tarjetas sanitaria, partos

Los jugadores extranjeros necesitan permisos de trabajo y también de residencia para sus familiares, además de las tarjetas sanitarias. De todo ello se encarga el club a través de un despacho de abogados –son los que gestionan y aceleran los trámites y lidian con la burocracia, además de procurar visados a las visitas– y de la clínica privada que ofrece la cobertura médica al Bilbao Basket. El Surne resuelve todos estos temas para que sus profesionales no tengan que preocuparse de nada salvo de jugar bien al baloncesto. Este año hay además tres hombres de negro que serán padres. El club les ofrece la posibilidad de que el parto sea en Bilbao. «Así pueden jugar en el Athletic». Por si acaso.

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