El Bilbao Basket se luce con los triples

Con un Ludde Hakanson en estado de gracia, su mejor partido de negro, los bilbaínos rompieron el encuentro. Firmó cuatro de cuatro el sueco, le secundó con otro Brown, uno más conectó Kulboka, y Athinaiou se sumó a la fiesta con otro más. Incluso Balvin se quiso invitar a la fiesta... Pero falló. El encuentro terminó con 14 celebraciones en 32 disparos, un 43,75% de efectividad, casi nada para un Bilbao Basket que muestra un 36,7% este ejercicio. Ni siquiera el Barcelona, el mejor en este apartado, luce una estadística tan positiva (42,8%).

Era la tarde para ganar. Para que la mano no temblara como en otras ocasiones. Y no solo ocurrió con los triples. También cuando los hombres de negro se aproximaban al tiro libre. 22 de 24, sin mancha hasta el último parcial, cuando Jenkins desperdició uno y Kulboka, otro. Esos registros reflejan la concentración con la que los vizcaínos salieron al partido. Era todo o nada. Vencer o descender. Y eligieron lo primero.

Con Hakanson como líder. Firmó el sueco un impresionante tercer cuarto, autor de catorce puntos en ese tramo, y terminó con 23, su marca más destacada desde que está a las órdenes de Álex Mumbrú. Aunque el hombre de negro más hábil en este apartado anotador fue Jaylon Brown, con 25, la puntuación más alta de toda la temporada para él. Precisaba su equipo del escolta de Indiana y dio el paso adelante que se esperaba en este duelo que podía haberse convertido en definitivo.

Y tampoco estuvo mal Jenkins, el héroe del triunfo contra el Fuenlabrada con un triple que certificaba la victoria. Esta vez lo anotó un poco antes, cuando quedaban dos minutos y el Burgos se había colocado a seis puntos (87-81). Ahí, los castellanos se dieron cuenta de que la función se terminaba (90-81) y el alero de Tennessee volvió a gozar de un papel fundamental. Para eso se le contrató, para decidir encuentros a favor de un equipo que torturó a su adversario gracias a un genial acierto desde la línea de tres.