Primeras impresiones

En la muestra de partidos jugados hasta ahora, los baskonistas ya han tenido que lidiar con los dos grandes. El Barcelona les derrotó de forma contundente y ante el Real Madrid jugaron un gran partido que les dio la victoria.

Me da la sensación de que el Madrid está como ocurre en las familias cuando desaparece inesperadamente el patriarca; su falta se hace desproporcionada. La sensación de vacío es mayúscula y el primogénito que coge las riendas siembra unas dudas que no siempre son justificadas. Las caras de los blancos son menos ardientes y tampoco les ayuda la larga lista de incorporaciones con vitola de estrellas.

Los vitorianos, al margen de los resultados, muestran algunas directrices de importancia. El armario de jugadores se ha ampliado. Sedekerskis vuelve a ser pieza importante del equipo. Aunque solo fuera por esta circunstancia, el relevo del entrenador está justificado. No se me escapa que Kurucs y Raieste disponen de minutos en momentos importantes de los partidos y vale la pena contemplar la liberación de Marinkovic, que empieza a disponer de la confianza necesaria.

Los recién llegados no han desentonado. Thompson fue determinante frente a los blancos. Daulton Hommes irá haciéndose sitio, sin olvidar que el desembarco en las competiciones no es fácil para un debutante. A Kotsar le va costar un poco mas, pero confío en él. Tiene un gran físico y su capacidad de sufrimiento le permite soñar con un futuro europeo de larga duración.

Caso singular es el de Markus Howard. Su puntería, despreciando la distancia desde la que intenta sus tiros, le convierte en un ganador de partidos. Puede llegar a ser el Stephen Curry del baloncesto continental. Su corta estatura dificulta la defensa colectiva del equipo, pero su amenaza exterior es tanta que los contrarios no pueden estar tranquilos con su presencia en la pista. Los grandes tiradores no siempre están acertados, conviene tener presente que marcas de siete triples por partido no son normales. A los baskonistas les valdría con que se moviera en el 40% de acierto triple.

De postre, el Baskonia nos anuncia la vuelta de Henry. ¡Quién no va a estar feliz por su regreso! El suyo es un estilo siempre al límite, capaz de lo mejor y de los grandes errores. Al Baskonia siempre le fue rentable. Si no ha perdido efervescencia, y no hay motivo para que sea así, dará muy buenos minutos. Me atrevo a vaticinar que a Peñarroya no le será difícil de domar. Siempre es más fácil entrenar a los excesivos que a los timoratos.