Estrella del Baskonia

La rutina de Howard este verano para ganar fuerza: entrenamientos a las 4 de la mañana, sin aire acondicionado y traje sauna

El 15 de julio se puso en manos de su hermano mayor Desmond, que ejerce de preparador físico en su propia academia en Chandler (Arizona), con el objetivo de ganar masa muscular y fortalecer brazos y piernas. El clima árido del suroeste estadounidense desaconseja la actividad deportiva en las horas en las que luce el sol, con lo que los hermanos Howard optaron por arrancar los entrenamientos a las 4 de la mañana.

Todas las sesiones empezaban de la misma forma. Desmond apagaba el aire acondicionado de las instalaciones y le colocaba al exjugador de los Nuggets un traje sauna unos días y un pantalón con el mismo efecto en otros para sudar más. Se trata de una indumentaria elaborada con materiales que aumentan la temperatura corporal y fuertemente ajustada en cuello, muñecas y tobillos. Un uniforme cada vez más implementado en el acondicionamiento físico y que beneficia la mejora de la circulación sanguínea y la aceleración del metabolismo. Como resultado, se quema un mayor número de calorías siempre que no se descuide la hidratación.

Una vez ataviado, el astro azulgrana realizaba una hora de ejercicios físicos. Carreras y sprints, máquinas, pesas, levantamiento de discos, diversos tipos de planchas y empuje de trineo. 60 minutos con leves descansos que, sumado al condicionante del traje sauna, suponían también un desafío mental. Entrenar en condiciones de tal exigencia, dice su entorno, le ayuda a sobrellevar los partidos que no se ponen de cara como el año pasado ante el Efes cuando recibió cuatro tapones o cuando no le entran los tiros.

Cuando el reloj marcaba las cinco, llegaba el momento del baloncesto. Su hermano introducía en la pista un carro de balones, todos ellos de la Euroliga o de la ACB para seguir acostumbrándose al tacto de la pelota anaranjada en Europa, algo imprescindible para un tirador. Ya con las piernas pesadas, llegaba su parte favorita. Unos contra unos, lanzar y anotar. Desde todos los lugares posibles. Tenía varios ejercicios de tiro, pero el más habitual era el recorrido clásico, al más puro estilo concurso de triples, de ir de esquina a esquina deteniéndose en el centro y a 45 grados con respecto a la línea de fondo.

Desde cada posición debía meter cinco y cada fallo penalizaba. Si el balón no entraba en la red, tenía que reiniciar su camino. Además, cada tiro no se limitaba a recibir y lanzar. Antes de iniciar su rauda mecánica, debía botar al menos ocho veces, unas veces en progresión y otras con paso atrás o lateral, lo que no hacía más que aumentar la dificultad y la exigencia física. Los días más inspirados, Howard enfilaba el camino de la ducha a las 6 de la mañana. Aunque hubo otros que se fueron por encima de las dos horas de sesión. Un ejemplo plena dedicación, extrema profesionalidad y amor por el baloncesto. Luego le quedaba el resto del día para participar en la primera edición de su campus o recaudar fondos con una cena en la pizzería Venezia, uno de los lugares que más frecuentaba con sus amigos en Chandler.

Después de dos meses de dura rutina, con días de descanso, eso sí, el resultado es un jugador más robusto y corpulento para así tratar de plantar mayor cara en defensa y potenciar sus virtudes en ataque. Durante las primeras semanas, Howard contó con la compañía de su otro hermano, el mediano. Jordan, nuevo jugador del Obradoiro, es internacional con Puerto Rico y ha promediado 11,4 puntos en el Mundial. Una vez conocida la renuncia al campeonato de Nico Mannion, el base italiano también se pasó por las instalaciones de LeagueMe para empezar a tejer una gran conexión tanto en la pista como fuera de ella con el ángel exterminador del Baskonia.

El dueño del récord azulgrana de triples en un partido de ACB (9) ha impresionado a Peñarroya y a su cuerpo técnico por la excelente condición física de la que dispone, dispuesto a seguir desatando la 'Howardmania' bajo la cúpula del Buesa en su último año de contrato. Los 22 puntos y 6 triples del primer amistoso del viernes ante el Palencia parecen tan solo un aperitivo tras aprovechar el verano para potenciar su reducido físico de 178 centímetros.