El Baskonia continental más débil

Los números abofetean al Baskonia, al igual que las sensaciones. Desde que la temporada 2016-17 se instauró el sistema de fase regular, la entidad de Zurbano no había caído tan bajo una vez disputadas doce fechas. Se acercó en las campaña 2018-19 y 2019-20, con sendos balances de 5 victorias y 7 derrotas una vez jugada la docena de partidos. Ambos ejercicios fueron de cambio en el banquillo azulgrana. En el primero, Velimir Perasovic tomaría el relevo de Pedro Martínez para terminar por alcanzar los cuartos de final, donde se cedería ante el CSKA. En el segundo, el croata sería destituido y el club recurriría a Dusko Ivanovic. Después, el coronavirus paró la Euroliga en la vigesimoctava jornada y dejó a los vitorianos con un registro de 12 victorias y 16 derrotas.

El cambio de entrenador ha vuelto a ser el recurso utilizado por el Baskonia para reconducir una deriva que sigue siendo preocupante. El último descalabro frente al Real Madrid (60-88) permitió ampliar la colección de tundas recibidas en la presente campaña. El nivel de competitividad de la Euroliga sigue siendo implacable con los azulgranas. Gran parte de sus derrotas llevan una carga complementaria de negatividad por la amplitud de las diferencias. Hasta cinco partidos se han perdido por una renta superior a los 20 puntos en contra: Olympiacos (-25), Unics (-24), Zenit (-29), Barcelona (-26) y Real Madrid (-28). No solo duele perder, sino también estar a años luz de cualquier posibilidad de triunfo ante rivales que exhiben una superioridad insultante cuando enfrente está la escuadra vitoriana.

El formato largo de la fase regular todavía da margen al plantel de Neven Spahija para recuperar terreno. El parón liguero de este fin de semana permite un respiro a la plantilla y también la posibilidad de centrarse en el trabajo de entrenamiento. Falta hace ante lo reciente de la llegada de Spahija y visto el rendimiento actual del equipo.

La vorágine del calendario continental exige a los azulgranas que estabilicen su juego al tiempo que equilibran su cuenta de resultados; una tarea complicada para una plantilla ahora limitada de fuerzas. La rehabilitación sigue pendiente para un plantel que, además, sigue esperando el retorno de Alec Peters y también se mantiene a la expectativa con la situación médica de Matt Costello, con unas molestias en la rodilla que le apartan de la competición. Dos contratiempos que limitan todavía más el juego interior y, en concreto, la posición de 'cuatro'. El papel de ala-pívot que había tomado Tadas Sedekerskis a las órdenes de Ivanovic se ha visto ensombrecido con Spahija ante la conversión de Simone Fontecchio un puesto ya cojo desde la pretemporada. Nuevas fórmulas en busca de una reactivación.