Paredes, el único central disponible, y Valverde.
Villarreal-Athletic, sábado 18.30 horas

Última oportunidad con la defensa tocada

Iñigo y Yeray siguen fuera del grupo y De Marcos no entrenó este jueves en vísperas de disputar el cara o cruz para coger el tren de la Europa League

Viernes, 12 de mayo 2023, 01:44

El Athletic jugó una final contra el Betis y la perdió, que es la costumbre que tiene en las finales. De ahí que no sea ... aconsejable y prudente calificar de la misma manera el partido de este sábado en Villarreal (18.30 horas), aunque para los rojiblancos vaya a ser decisivo. El escenario en función de lo que ocurra está muy claro. Una victoria permitiría al equipo de Valverde seguir soñando con la Europa League, aunque fuera en desventaja. Un empate y una derrota, por el contrario, le condenaría a pelear en las cuatro últimas jornadas por la Conference con el Girona, el Rayo, Osasuna y Sevilla; una riña de callejón de la que sólo uno de los cinco equipos saldrá victorioso.

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La moral de los jugadores y, sobre todo, de la afición del Athletic ha vivido tiempos mejores, dicho con suavidad y una cierta profilaxis. Los tres últimos partidos, saldados con dos derrotas en San Mamés y un empate in extremis de penalti en Mallorca, han hecho mucho daño. La sensación de que los rojiblancos han vuelto a las andadas, de que no tienen remedio, de que no pierden una oportunidad de perder una oportunidad, se ha instalado de nuevo en el club con una puntualidad estacional. Como cada año, la primavera se va consumiendo, el verano se intuye en la distancia y la frustración vuelve a imponer su ley en el entorno rojiblanco.

Volver a mirar a Europa

El partido de este sábado tiene una única lectura posible para el Athletic, obligado a afrontarlo como lo que es, una gran oportunidad, quizá la última de la temporada. ¿Oportunidad de qué?, se preguntarán los más escépticos. No se sabe. Quizá de nada. Eso se verá el 4 de junio. Pero lo indiscutible es que una victoria cambiaría el actual decorado, tan sombrío. Sería el primer partido grande y valioso que los rojiblancos ganan en las últimas cinco jornadas de Liga desde la temporada 2017-18. Les serviría para levantarse de la lona y volver a poner su mirada en la Europa League, un premio que quizá no lleguen a alcanzar pero cuya persecución sería, sin duda, la mejor manera de lograr el puesto de la Conference.

Aunque el pesimismo cunde en el Athletic, lo cierto es que las visitas a Villarreal han sido bastante fructíferas de un tiempo a esta parte, a diferencia de lo que ocurrió durante la primera década de este siglo. Los rojiblancos han empatado en las cuatro últimas y vencieron en la campaña 2017-18. Curiosidades del fútbol: en aquella temporada de tan triste recuerdo, los pupilos de Ziganda lograron sus dos mejores triunfos a domicilio ante los dos clubes que ahora le superan en la clasificación: 1-3 en El Madrigal y 0-2 en el Benito Villamarín.

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Se diría que el fútbol intenso y sacrificado de los bilbaínos molesta a un equipo de violinistas como suele ser el submarino amarillo. Es cierto que los de Quique Setién están a un buen nivel y tienen calidad como para ser capaces de empalmar, así lo hicieron entre las jornadas 26, 27 y 28, tres victorias consecutivas frente a Osasuna en El Sadar (0-3), la Real Sociedad (2-0) y Real Madrid (2-3 en el Bernabéu). Ahora bien, también son un grupo que en ocasiones sufre desconexiones extrañas, producto de la naturaleza dispersa de algunos de sus mejores futbolistas, como le sucedió contra el Valladolid. El Athletic debería forzar esta situación intentando tejer un partido muy incómodo para los levantinos.

Agujero defensivo

No será fácil, entre otras razones por una que está en boca de todos: Valverde se va a presentar en El Madrigal con un agujero negro en el eje de la defensa. El único central en condiciones que queda es Paredes, es decir, el cuarto en el escalafón de la plantilla, el más inexperto. Iñigo Martínez y Yeray arrastran lesiones y Vivian está sancionado. O consigue forzar con alguno de los dos primeros o Txingurri tendrá que improvisar. Y no lo va a tener nada fácil. Lo más probable es que sitúe a Dani García o Vesga como central. La opción de Balenziaga se antoja muy arriesgada ya que no tiene ritmo de competición. En cualquier caso, se trata de un problemón para el Athletic, que ha sufrido en su retaguardia en los tres últimos partidos y este sábado tendrá enfrente un rival con mucha pólvora y armamento en su arsenal: Chukwueze, Morales, Yeremi Pino, Lo Celso, Jackson... Y hasta Gerard Moreno, que reapareció en Valencia tras dos meses en el dique seco.

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Los rojiblancos tendrán que esmerarse para defender en condiciones y también para poder dar réplica a la tropa de Quique Setién, que sufre cuando el rival le presiona bien arriba y busca con decisión y verticalidad la portería de Reina. En Villarreal, en fin, hay que atreverse a jugar de poder a poder, demostrando personalidad, ambición, deseos de victoria. Lo contrario supondría condenarse y mandar a la afición un mensaje desolador, absolutamente inaceptable. Se podría decir que el Athletic tiene derecho a fallar, pero no a claudicar

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