La maldición del Athletic en las 5 últimas jornadas

El desenlace de la temporada es un misterio salvo en lo que se refiere a los cuatro puestos de la Champions. La Europa League la tienen cerca el Villarreal y el Betis, pero todavía necesitan atar el lazo y no pueden descuidarse, sobre todo los verdiblancos. La Conference está en el aire con cinco equipos metidos en el camarote de los hermanos Marx, en solo tres puntos (Athletic, Girona, Rayo Osasuna y Sevilla), y el descenso es una guerra a muerte entre Almería (36), Cádiz (35), Valladolid (35), Valencia (34), Getafe (34) y Espanyol (31). Este es el escenario. Los puntos son los que son y, desde esta perspectiva irrebatible, la de los datos objetivos, hay algo que se puede afirmar con rotundidad del equipo de Valverde. O mejora claramente sus prestaciones respecto a las que ha ofrecido durante el último lustro en las cinco últimas jornadas de Liga o ya puede despedirse de cualquier opción europea.

Repasemos lo ocurrido. En la temporada 2017-18, el Athletic sumó tres puntos en los cinco últimos encuentros, una victoria ante el Betis en San Mamés. Al año siguiente, sumó siete. En la 2019-20, de nuevo sólo tres. En la 2020-21, cuatro. Y la pasada campaña, siete. Como se ve, cosechas pobres o paupérrimas que, en todos los casos, impidieron a los rojiblancos entrar en Europa. Si hacemos una media, sale un número triste: 4,8. Es decir, no llega ni a un punto por partido. Dicho de un modo ilustrativo. Cada vez que ha llegado el momento de dar el golpe en la mesa, de sacar a pasear el gen competitivo para lograr el objetivo y dar una alegría a su hinchada, al Athletic le ha dado el tembleque y se ha pegado un tiro en el pie.

El círculo vicioso

Con estos precedentes, no hace falta ser muy perspicaz para saber cuál es el gran reto que se le plantea de forma inmediata, a partir del próximo sábado, al equipo de Valverde. Se trata, sencillamente, de terminar con esta tendencia triste de dejarse ir de mala manera en las cinco últimas jornadas y esta vez, por fin, acabar la Liga 'in bellezza', que diría un italiano. No va a ser fácil, por supuesto. Si por algo se ha caracterizado esta plantilla es por repetirse una y otra vez, por mantenerse siempre en los mismos parámetros desiguales tanto de juego como de puntuación.

Un dato curioso: los bilbaínos tienen ahora 47 puntos después de 33 jornadas. Pues bien, el año pasado tenían 48 a estas mismas alturas de la función. En la temporada 2020-21, sumaban 42. En la 2019-20, llevaban también 48. Y en la 2018-19, un total de 46. En fin, que no es extraño que los hinchas del Athletic lleven un lustro teniendo la sensación de que viven en un eterno día de la marmota, prisioneros de las virtudes y los defectos de un equipo que vive en un círculo vicioso.

De ahí el gran reto que tiene pendiente ahora la tropa de Valverde: ni más ni menos que desterrar una costumbre fatal, rebelarse contra la inercia que le consume, contra su naturaleza, que estos finales de Liga le lleva a comportarse como el escorpión de la fábula cruzando el río sobre la rana. Hay razones para desconfiar, no cabe duda. Unas son históricas y otras tienen que ver con el estado del equipo, cogido con alfileres en defensa –¡cómo se ha echado de menos a Iñigo Martínez en estos tres últimos encuentros!– y obnubilado de nuevo en ataque. Sin embargo, la tropa de Txingurri demostró fuerza y carácter para levantarse del batacazo que supuso la eliminación de la Copa ante Osasuna. Tras aquel gancho al hígado, sumó tres victorias consecutivas frente al Espanyol, la Real y el Almería.

Ahora, tras la final perdida ante el Betis, necesita volver a hacerlo. Siempre es más difícil levantarse de la segunda caída a la lona que de la primera, pero al Athletic no le queda otro remedio. O lo consigue o la vuelta a las andadas, por sexta temporada consecutiva, está garantizada. Y sin duda será más dura y frustrante que en años anteriores porque esta vez, tal y como se ha desarrollado el campeonato, el pasaporte europeo parecía más accesible que nunca. Basta con observar a los rivales por la séptima plaza: Girona, Rayo, Osasuna y un Sevilla que hace mes y medio estaba a tres puntos del descenso.