El dedo en la llaga del Athletic

Desde que Dani García está en el Athletic han pasado cuatro entrenadores por su banquillo: Berizzo, Garitano, Marcelino y Valverde, cuatro formas de ver el fútbol y, sobre el papel, cuatro planes que, finalmente, y al margen de dibujos, matices o determinadas posiciones en el campo, han acabado pareciéndose entre sí mucho más de lo que hubiera sido deseable, sobre todo los tres últimos, y estrellándose en el mismo muro de la 'impericia' del que ya alertó en su día Bielsa a pesar de que él contaba con delanteros bastante más afilados. Sin restar su parte de responsabilidad al ocupante de turno del banquillo, es evidente que Dani García no anda desencaminado al plantear su hipótesis.

Tampoco debe resultar tan sorprendente si tenemos en cuenta que los protagonistas han sido prácticamente los mismos en ese periodo al que se refiere el centrocampista. Atendiendo a los minutos jugados en cada temporada, cuatro futbolistas de campo de los once que más están interviniendo hasta la fecha este año, Iñaki Williams, Yuri Berchiche, Yeray y Muniain, ya estaban entre los once más asiduos de la plantilla en la temporada 2018-2019. Si les añadimos a De Marcos, que fue el séptimo en minutos aquel curso aunque luego los problemas físicos le cortaron la continuidad, nos encontramos con que medio equipo titular es el mismo que entonces. Sumando al propio Dani García e Iñigo Martínez, siempre entre los once primeros pero que esta temporada han descendido a los puestos doce y trece en cuanto a minutos en el campo, nos encontramos que, en realidad, las únicas incorporaciones que en estos cinco años aportan savia nueva al equipo han sido las de Sancet y Nico Williams. Añadiendo a Berenguer y al portero, obtenemos una alineación completa, que con las alternativas de Vesga y Raúl García, nos dan el equipo tipo de los cuatro entrenadores de los que hablaba el centrocampista el pasado miércoles.

Desdeñando «excusas que no sirven de nada», Dani García puso el dedo en la llaga preguntándose en voz alta lo mismo que el aficionado rojiblanco lleva cuestionando todo este tiempo. ¿Es un problema de falta de calidad? La respuesta va implícita en la siguiente reflexión del propio jugador: «No va a ser ni por ganas ni por dejarse todo en el campo, que es lo que hacemos siempre». En efecto, si algo no se puede reprochar a los jugadores del Athletic es que se ahorren entrega o trabajo. No será por falta de sudor. El asunto, evidentemente, tiene más que ver con la aptitud que con la actitud, como lamentablemente se puede comprobar un partido sí y otro, también.

La sucesión de pases fallidos, remates errados y decisiones equivocadas en el área contraria condena al equipo a un sobreesfuerzo que no siempre compensa tanta limitación. La cuenta @adurizpedia, que suele recoger todo tipo de datos y estadísticas referidas al Athletic, publicaba hace unos días unos números esclarecedores. El Athletic es el tercer equipo de la Liga que más posesión de balón acumula en ataque, y el cuarto en llegadas al área rival, en acciones de remate y en remates totales. Hasta ahí, todo va bien. El problema que le condena es que es el penúltimo en porcentaje de tiros entre los tres palos. Hay escopetas de feria que podrían considerarse rifles de precisión con mira telescópica, al lado de los artilleros rojiblancos.

Es un dato insólito que explica por sí solo muchas cosas: El Athletic se ha quedado sin marcar en nueve de los diecisiete partidos que ha disputado en San Mamés esta temporada. Hay que felicitarse por el hecho de que con semejantes números en casa el Athletic todavía esté en disposición de pelear por la última plaza europea. Tiene un mérito enorme y habla muy bien del resto de las cualidades de este equipo, que no son pocas aunque suene hasta herético afirmarlo en estos momentos de bajón después de lo de Villarreal.