Los contingentes y los necesarios
El Athletic se ha estancado tras su arranque con tres victorias y los problemas apuntan más a la falta de gol y a la dependencia de sus figuras que a un simple bache de forma
Seis partidos de Liga y uno de Champions parecen una muestra todavía pequeña para extraer conclusiones definitivas, pero son suficientes para ir descubriendo algunas pistas ... que nos orienten acerca de las fortalezas y las debilidades de este Athletic que se ha parado prácticamente en seco después de su brioso arranque con tres victorias. Se diría que la derrota contra el Arsenal le ha sentado como un tiro al equipo si no fuera porque unos días antes ya había mostrado los primeros síntomas preocupantes ante el Alavés, lo que viene a confirmar que los problemas son más estructurales que coyunturales.
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A estas alturas y después de presenciar el primer tiempo ante el Girona el aficionado se pregunta qué le pasa al Athletic y, como no podría ser de otra forma, cada uno tiene su propia teoría, aunque la mayoría coincide en subrayar el mal momento de hombres clave como Iñaki Williams o Sancet, la ausencia de Nico Williams y, sobre todo, la falta de un goleador. Centrándonos en la Liga, estos seis partidos sirven, de entrada, para preguntarse por la composición de la plantilla, no por su dimensión, que es tan numerosa como cualquier otra, sino por su calidad y nivel puesto por puesto.
Está muy bien que el valor de mercado del plantel rojiblanco haya subido, aunque no deje de ser un dato bastante relativo que no tiene una correlación inmediata con lo que sucede en el campo, y es comprensible que el encargado de confeccionar la plantilla diga que está muy satisfecho, ¡estaría bueno que dijera lo contrario!, pero la realidad enfría tanto optimismo.
Valverde podría remedar a aquel lugareño de 'Amanece que no es poco' que gritaba: «¡Alcalde, todos somos contingentes pero tú eres necesario!». Seis jornadas le han bastado para que distinga entre los necesarios y los contingentes de su plantilla. Por número de intervenciones y minutos los once primeros son: Simón, Areso, Paredes, Vivián, Yuri, Jauregizar, Galarreta, Iñaki Williams, Berenguer, Sancet y Nico Williams. O sea, prácticamente los mismos del año pasado.
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Dos cosas llaman la atención a primera vista en esta relación: la ausencia de un 'nueve' específico, y que Areso sea la única incorporación que se ha hecho con un sitio en el once inicial. La presencia de Berenguer, que ha jugado cinco partidos desde el inicio, solo confirma que, lejos de su consideración de suplente por detrás de los Williams, es un lujo en esta plantilla. Es capaz de hacer de Sancet, de Guruzeta y de Nico Williams.
Los delanteros centros aparecen en los puestos doce y trece de la lista: Guruzeta y Maroan, con dos titularidades por cabeza, mientras que Izeta es el número 23 con nueve minutos de presencia. Lógico teniendo en cuenta que el entrenador ha preferido empezar tres partidos sin un 'nueve' específico, recurriendo incluso a la alternativa de Iñaki Williams que parecía definitivamente desterrada.
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En la sostenida baja forma de Guruzeta, que se prolonga desde el año pasado, y la ausencia de una alternativa fiable, encontramos una de las principales razones de los problemas del Athletic. El donostiarra ha pasado de marcar 16 goles en 36 partidos hace dos temporadas, a la mitad en 51 partidos el año pasado, mientras que este curso todavía no se ha estrenado.
Lo ocurrido contra el Girona es significativo. En el minuto 80, cuando se esperaba el asalto final a la búsqueda del segundo gol, con Maroan e Izeta en el banquillo, Valverde prefirió dar entrada a Robert Navarro, un futbolista entre cuyas virtudes no está precisamente su capacidad resolutiva en el área. El detalle describe por sí solo la confianza que tiene el entrenador en los arietes de su plantilla.
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A la ausencia de un 'nueve' fiable hay que añadirle la falta de relevo para Ruiz de Galarreta. Jauregizar se ha hecho con el mando en el centro del campo y ya es un líder indiscutible, pero su aportación al juego es diferente. Ambos son compatibles y se mejoran mutuamente cuando están juntos, como vimos en la segunda parte del martes, pero no se sustituyen. La baja de Prados agrava el problema.
La ausencia de Nico Williams también hace daño, de hecho no se registra ninguna victoria desde que falta. Su aportación le cambia la cara al ataque incluso cuando no tiene el mejor día. Habrá que ver qué incidencia tienen este curso los problemas físicos que ya le apartaron del equipo en el tramo más decisivo del año pasado. De momento, ya se ha perdido cuatro de los siete partidos disputados.
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Todos los equipos dependen de sus figuras, pero en el caso del Athletic esta dependencia se acentúa cuando tiene que hacer frente a competiciones de máxima exigencia. Posiblemente estamos ante la mejor plantilla a la que puede aspirar el club por su especificidad, pero lagunas como la del delantero centro o la falta de relevos en algunas posiciones bajan la nota. No es para rasgarse las vestiduras; casi siempre ha sido así y los resultados no han faltado.
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