Jon Morcillo desvela sus problemas psicológicos en su etapa en el Athletic: «Mis padres sufrían por mí»
El extremo del Albacete señala que «con ayuda psicológica» consiguió alejarse de las críticas
El extremo Jon Morcillo abandonó la disciplina del Athletic en el verano de 2024 después de que Ibaigane no ejecutase la cláusula de renovación de su contrato. El futbolista, cedido en esa última campaña en el Amorebieta, recaló en el Albacete. Allí ha desvelado ahora los problemas psicológicos que sufrió esos años como rojiblanco desde que llegó al primer equipo. Lo hizo en rueda de prensa en la que abordó la extenuante lucha por la salvación en Segunda de su equipo, con el que está cuajando una buena temporada. «Lo pasé mal porque veía a mis padres, hermana, amigos... sufrían por mí», confesó.
Publicidad
«Mentalmente, cuando metes durante bastantes partidos seguidos y estás con esa euforia de sumar goles rápidamente... pues quieres más. Lógicamente te frustras un poco cuando no llegan, pero sé de lo difícil que es sumar goles, pero estoy tranquilo. Si sigo trabajando, llegarán», analizaba sobre su rendimiento y su racha goleadora ahora frenada.
Es ahí, cuando fue preguntado sobre las críticas que recibe el equipo, cuando hizo alusión a su etapa en Bilbao. «La gente, cuando gana el 'Alba', pues está más feliz, pero hay que diferenciar en cuanto a la felicidad futbolística y la de tu vida. Yo entiendo las críticas y que la gente se queje. Invito a que esas críticas, siempre que sean constructivas, pues mejor que para hacer daño. Personalmente, no leo nunca porque en el pasado lo he pasado mal por culpa de críticas en el Athletic. Ahora mismo estoy ajeno a eso, estoy mentalmente bien y entiendo que la gente de su opinión», explicaba.
«Era un chaval»
Morcillo ahondó entonces sobre cómo lidió en Lezama con la presión. «Era un chaval, acababa de subir al primer equipo e hice una muy buena temporada. Jugué muchísimos partidos. A medida que fue pasando la siguiente temporada, el equipo perdió dos finales, estábamos en una situación que no era la que la afición quería y me tocaba salir en partidos difíciles. Perdiendo, cinco minutos... salía con una presión en la cabeza que no sabía controlar. Luego me llegaban mil mensajes. A mi familia, a mis amigos, a gente de mi círculo que no se merecía eso. Lo pasé mal porque veía a mis padres, hermana, amigos... sufrían por mí», desveló.
Y terminó: «Era una cosa difícil de gestionar mentalmente porque nadie te prepara para eso y lo pasé mal, pero con ayuda psicológica aprendí a alejarme de esas cosas y a centrarme a trabajar en el día a día para hacerlo lo mejor posible. Creo que somos personas y todo el mundo comete errores».
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión