Herrerín se despide: «El Athletic es mi vida, mi club, el equipo del que he sido desde chiquitito»
En su adiós como rojiblanco, el guardameta expresa su amor incondicional al conjunto bilbaíno y avanza que tras el partido del Madrid empezó a sonarle el teléfono
«Ha sido un año duro». Con estas palabras ha abierto su intervención Iago Herrerín, quien ha hablado este miércoles por última vez como jugador ... del Athletic. Acaba contrato el 30 de junio y lleva tiempo trabajando en su futuro deportivo, de momento aún sin resolver. No tiene dudas de que acabará llegando la oferta adecuada, solo es cuestión de «esperar, sentarse y comenzar a hablar». Atrás deja una aventura indescriptible, sueños hechos realidad y también malos momentos que le han permitido fortalecer su carácter y mejorar como persona. En verano de 2020, el portero desveló en una entrevista con este periódico su determinación de marcharse de Bilbao. No pudo hacerlo entonces ni tampoco en el mercado de invierno –«no quería aceptar lo primero que viniese»–, pero ahora aguarda un buen destino. «Después del homenaje y el partido contra el Madrid, que es muy mediático, al día siguiente llamaron varios equipos».
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Por ahora está valorando todas las opciones y no se cierra puertas, decidido a acertar con el destino y disfrutar de nuevo del fútbol tras una temporada en blanco. «Ha sido el peor año para buscar una salida», ha comentando en referencia a la pandemia y el parón mundial. Pero, más allá del virus, que vació los estadios y las arcas de los clubes, el portero del Athletic ha precisado que se quedó también «debido a muchas circunstancias». No ha dicho cuáles, es algo que se lo queda para él. Ha manifestado que recibió ofertas que no le interesaban y que al final optó por quedarse y «ayudar al equipo. Había dos finales de Copa que me apetecía vivir», ha subrayado. La pena es que no se llevará ninguna en la maleta.
Herrerín ha admitido que en sus ocho temporadas como rojiblanco ha vivido de todo, bueno y malo, pero de un tiempo a esta parte se ha dado cuenta de que ha habido muchísimas más cosas positivas que negativas y que por «cuatro energúmenos» no dejará de adorar a la familia rojiblanca. «El Athletic es mi vida, mi club, el equipo del que he sido de chiquitito. Para mí era un sueño debutar y lo he conseguido. He podido hacerlo mejor o peor, pero me voy con la cabeza alta porque me he exigido mucho», ha relatado el guardameta, quien ha defendido la portería bilbaína en 119 encuentros. Ha precisado que cuando jugaba se sentía «más valorado», sensación que poco a poco se iba evaporando. Pero luego la recuperó porque, a pesar de todo, vio que la gente le apreciaba. «Me quedo con eso. Algo bueno habré hecho».
No ha sabido elegir un solo momento durante su etapa en el Athletic, demasiadas emociones como para quedarse con un solo instante. «El estreno de San Mamés, el día que debuté como local en Anoeta, la final de la Copa, un título, mis compañeros. Me quedo con todo», ha manifestado el meta, quien ha tenido una dura competencia para hacerse con un hueco bajo los palos de San Mamés. Él siempre ve el lado positivo de la vida. «La mejor temporada de Gorka y de Kepa fue cuando yo estaba detrás, y el año pasado de Unai (Simón), también. Suelo bromear con Kepa y Simón: les digo soy yo el que les he llevado a la selección». Ahora le toca buscar su lugar bajo el sol y recuperar los minutos perdidos. El fútbol aguarda la mejor versión de Iago Herrerín.
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