Capa desaparece del radar en el año en que acaba contrato
Antes indiscutible y ahora olvidado, con una renovación enquistada, el lateral ha pasado de jugarlo todo a seguir sin estrenarse en la presente temporada
Ander Capa ha pasado del todo a la nada, de ser un elemento insustituible en el lateral derecho a convertirse en el gran olvidado de ... Marcelino García Toral. El hombre que subía como un obús por su carril está ahora desactivado, sentado en el banquillo a la espera de una oportunidad que no acaba de llegar. El portugalujo ha tenido problemas físicos en el último medio año, de rodilla y musculares, pero ya está bien y pese a ello no ha recuperado su sitio en el once. De hecho, aún no ha jugado un solo minuto en lo que va de temporada, una circunstancia que se produce además en un contexto delicado: ha desaparecido del radar justo en el año en el que acaba contrato. Empezó a hablar de su renovación con el club, que se ha enquistado por el tema de la duración. El futbolista no pedía más dinero, sino al menos un par de campañas para disponer de una «estabilidad» que de momento no termina de fijarse.
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El defensa lleva casi seis meses sin disputar un partido oficial. El último lo jugó en el Wanda Metropolitano el pasado 25 de abril, cuando se vio obligado a pedir el cambio por lo que luego se diagnosticó como una «rotura parcial, grado II, del ligamento lateral interno» de su rodilla derecha. Rodeado de médicos, con sesiones de trabajo individualizadas, iba avanzando hasta que en agosto sufrió un problema muscular en el «cuádriceps izquierdo». Regresó a finales del mes y entró en la convocatoria ante el Celta. Desde entonces ha pasado mes y medio y el portugalujo sigue sin estrenarse. Una situación radicalmente diferente a las vividas en las tres campañas anteriores.
Capa jugó con Garitano 74 de los 89 partidos posibles (83,1%); con Marcelino, 19 de 44 (43,1%)
Desplome de protagonismo
Capa no contaba para Eduardo Berizzo, pero con la llegada de Garitano se convirtió en un fijo. Se hizo con la titularidad y no la soltó hasta que vino Marcelino. No fue inmediato, pero su cuota de protagonismo, mermada por las lesiones, iba menguando hasta desplomarse. Un dato: con el técnico de Derio disputó 74 de los 89 partidos posibles (83,1%); con el asturiano, 19 de 44 (43,1%). Es decir, su presencia en el campo con el de Careñes ha caído a la mitad. Además, el buen estado de forma de Lekue no invita a pensar en un cambio de guion. Además, hay cuatro laterales derechos para un puesto -De Marcos, Petxarroman y los propios Lekue y Capa- y sin Europa es imposible dar minutos a todos.
El portugalujo aguarda ahora la resolución de su futuro. Ha repetido por activa y por pasiva que quiere continuar en el Athletic, aunque espera estampar su firma en un documento con al menos un par de campañas cerradas. El hecho de que no juegue dificulta la renovación, de la que también están pendientes Balenziaga, De Marcos y Dani García. Raúl García acaba asimismo en 2022, pero tiene una cláusula de extensión automática. En ocho meses hay elecciones, y para entonces deben saber lo que hay.
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