Ander Herrera en 2011 en su última temporada en el Zaragoza.

Ander Herrera sobre su fichaje por el Athletic: «Me vendieron para que mis compañeros pudiesen cobrar»

Con solo 21 años, el exfutbolista rojiblanco se unió a los capitanes del Zaragoza para pedirle al propietario que lo vendiera y así asegurar el salario de sus compañeros

Lunes, 1 de septiembre 2025, 00:09

Ander Herrera, en su paso por el podcast 'Tengo un plan', repasó uno de los episodios más importantes de su carrera: su salida del Real Zaragoza rumbo al Athletic en 2011. El centrocampista, que milita en el Boca Juniors, explicó que el traspaso se produjo en un contexto de impagos dentro del vestuario maño, y que su venta fue clave para que el club pudiera abonar los sueldos pendientes.

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«Recuerdo que estaba en el equipo de mi vida, del que soy aficionado y del que moriré siendo aficionado», confesó Herrera. «Pero era una situación muy convulsa. Teníamos un propietario que no pagaba, había líos cada dos por tres...». Con apenas 21 años, el mediocentro se convirtió en la principal fuente de ingresos para un club al borde del colapso económico.

La historia se remonta a la temporada 2010-2011. Tras debutar en Segunda División y lograr el ascenso con el Zaragoza, el futbolista jugó dos campañas en Primera en un club cada vez más endeudado. «Había fichajes que estaban por encima de las posibilidades del club. Se había construido un equipo para jugar la Champions y acabamos en Segunda», recordó.

En ese contexto económico, el vestuario comenzó a vivir una situación insostenible. «En el segundo año en Primera, empiezan los problemas serios. Los jugadores no cobraban. Yo era el activo más importante del club», explicó. Aquel verano ya había recibido una oferta del Sevilla, pero el club decidió no venderlo. Meses después, la urgencia era tal que su salida se volvió imprescindible para cuadrar las cuentas.

Una venta que pagó nóminas

«Fuimos los capitanes y yo, con 21 años, a una reunión con el propietario para pedir que me vendieran. Lo hicimos para que mis compañeros pudieran cobrar», relató el actual jugador de Boca Juniors. Finalmente, el club alcanzó un acuerdo con el Athletic por 8,5 millones de euros más 2 en variables, y el traspaso permitió desbloquear los pagos pendientes a la plantilla.

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A pesar de haberse cerrado en invierno, la operación contempló que Herrera permaneciese en el Zaragoza hasta final de temporada. «En febrero me vendieron al Athletic, pero el club consiguió que me quedara hasta junio. Hicieron un acuerdo de pronto pago con el Athletic, y así mis compañeros pudieron cobrar», detalló.

La situación fue tan clara dentro del vestuario que incluso, en una cena navideña del equipo, le tomaban el pelo con la situación. «En el amigo invisible me regalaron un cartel que ponía 'Se vende'. Imagínate lo que me querían», bromeó con ironía.

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Sin beneficio para el jugador

Herrera también aclaró uno de los aspectos más desconocidos para los que no son especialmente futboleros: salvo excepciones, los jugadores no perciben dinero por su traspaso. «El jugador no pilla nada. Puede haber una prima de fichaje en el club al que vas, o una mejora salarial, pero del dinero del traspaso, nada», sentenció.

En cualquier caso, aquel movimiento marcó un punto de inflexión en su carrera. Pasó de pelear por la permanencia a disputar dos finales con el Athletic, una de Europa League y otra de Copa.

Pero en sus palabras se puede intuir que él no hubiese querido salir del Zaragoza. «Yo siempre dije que solo me iría si el Zaragoza quería que me fuera. Y así fue. Me vendieron para que mis compañeros pudieran cobrar. Y no me arrepiento de nada», concluyó.

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