Tras una década sin un álbum con material nuevo, el cantante rosarino publica disco en los próximos meses. E. C.
Coti Sorokin | Músico

«Frente a la imbecilidad humana, queda la honestidad en el trabajo y la empatía»

El 'songwriter' argentino, que vuelve a girar con regularidad por España, lleva meses trabajando en su actuación de esta noche junto a la BOS

Miércoles, 21 de agosto 2024, 00:55

Coti Sorokin (Rosario, 1973) afirma que las carreras musicales son cíclicas, cambiantes, con altibajos. Tras saborear las mieles del éxito en la primera década de ... los 2000, pasó otros cuantos años con un perfil más bajo y ahora ha vuelto a frecuentar los escenarios españoles y argentinos con una mochila de canciones pop de alta factura que siguen sonando frescas. Ah, y con nuevo disco en el horno.

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- Llevaba años sin visitar Bilbao y vuelve por la puerta grande y junto a la BOS.

- Estoy muy contento, muy ilusionado y con grandes expectativas. Y con mucho trabajo también, porque los conciertos sinfónicos generan un esfuerzo extra, requieren una previa desde hace meses para trabajar los arreglos con la orquesta y ensamblarlos con mi banda. Hay que revisar cada uno de los instrumentos y todas las canciones. Un concierto así no se hace muchas veces en la vida.

- Con 51 años y en plena madurez, ¿cómo vive este punto de su carrera y el actual panorama musical?

- Yo lo veo cíclico, una carrera musical da muchas vueltas y el panorama también. Las oleadas de las modas se van decantando y fusionando con otros géneros. En un momento dado el género urbano fue una moda muy explosiva, pero finalmente se termina fusionando con el género de la canción. Lo que me preocupa es que en las propuestas de los chicos más jóvenes falta un poco de profundidad, de poética.

- Son canciones ligeras.

- Sí. La canción popular es un genero que tampoco se caracteriza por tener una gran profundidad, pero sí debe tener cierta poética, cierta metáfora y cierta belleza en las expresiones, en las melodías y en las armonías. Es una riqueza que ahora no escucho.

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- ¿Y el rock argentino? ¿Sigue teniendo la calidad de siempre?

- Se sigue manteniendo y hay una generación de chicos jóvenes que escriben y tocan muy bien. Son gente de 16, 17 y 18 años que están haciendo rock and roll, se olvidaron de la música de ordenadores y están volviendo a las fuentes de siempre. Mi hijo menor es uno de ellos, acaba de cumplir 20 años y tiene una banda de rock que suena muy bien. Mi otro hijo también tiene un proyecto musical, hay toda una gente que de alguna manera está renovando el cancionero.

- Este año se han cumplido 25 años de uno de los hitos del rock argentino, 'Honestidad Brutal', de Andrés Calamaro, grabación intensa y legendaria de la que usted fue uno de los protagonistas.

- Absolutamente. En 'Honestidad brutal' trabajábamos sin un plan. El rumbo artístico que llevábamos en ese momento no respondía a ningún plan en especial, estábamos muy enfocados en hacer lo mejor, en sentirnos libres, porque a veces los planes te estructuran demasiado. Y la creatividad tiene que ser justamente desestructurada. Tanto fue así que no hay ninguna filmación. Se grabaron 100 canciones en seis o siete meses, muchísimo tiempo y muchísimas horas de trabajo y estudio. ¡Y no hay ni una sola fotografía! No existen, es increíble. Eso te da la pauta de que estábamos trabajando solo para la música, para la creación y para que quedara algo. ¡Y vaya si quedó!

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- Quedó un disco extraordinario. Más allá, usted se ha caracterizado por componer canciones para otros artistas: Diego Torres, Paulina Rubio, Enrique Iglesias… ¿Es un acto de generosidad o hubiera preferido popularizarlas usted mismo?

- Ni una cosa ni la otra, son devenires. Yo fui padre muy joven, de mellizos además, y la realidad es que necesitaba trabajar, era una auténtica necesidad, no era ni por placer, ni por ego, ni por generosidad. Lo digo con toda la sinceridad del mundo. Mi única fuente de ingresos siempre fue la música y mi trabajo era hacer música: componer, escribir, hacer arreglos, producir… Lo que me tiraran sobre la mesa. Compuse toda mi vida y ahí encontré una buena manera de mantener a mi familia dignamente.

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25 años del álbum

«'Honestidad brutal' fueron siete meses de trabajo y 100 canciones, ¡y no hay ni una fotografía!»

«Política llena de imbéciles»

- Sin embargo, lleva casi una década sin publicar un álbum con nuevo material.

- Fui publicando varios singles y tengo material nuevo.

- Pero no con la estructura de un LP.

- Es verdad, pero sí fui haciendo una especie de EP desestructurado entre gira y gira, han sido siete canciones las publicadas en los últimos tiempos. Pero no van a ser parte del próximo disco; porque, sí, ahora ya estoy acabando por fin el nuevo disco. Estamos terminando de mezclar las canciones.

- ¿Cómo ve la situación en Argentina? Se ha mostrado crítico con las políticas de Javier Milei.

- Estoy muy desilusionado con muchas cosas, reflexiono sobre en manos de quién estamos. Con el tiempo te das cuenta de que la política está llena de imbéciles, de gente muy soberbia y muy tonta. Me entristece, y más todavía cuando veo que mi país está muy dañado y empobrecido. Hay derechos que parecían ya ganados, como la educación o la salud pública, que vuelven a estar en discusión o incluso se van de un plumazo. Y todo lo que se está viendo con el expresidente (se refiere a Alberto Fernández, acusado de maltratar a su expareja) me confirma la imbecilidad humana y en manos de quiénes estamos…

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- Habrá que buscar consuelo en la belleza de las canciones.

- Absolutamente. Al final uno saca una conclusión positiva de su trabajo, porque empieza a quererse más, a tener más autoestima por la coherencia que ha llevado y, sobre todo, por la honestidad en el trabajo y la empatía con la gente. Son cosas que aunque parecen sencillas hay que valorar mucho más.

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