Pretemporada 2023 Racing - Alavés

Egoitz Muñoz y un gol de puro sentimiento albiazul

El gol de Villalibre fue el estallido de toda una ciudad que apenas un mes después se enorgullece de ver a un vitoriano llorar después de marcar un gol con el Alavés. Egoitz Muñoz Larrea (2005) vivió en Guarnizo un debut de ensueño. Con 18 años, disputó sus primeros 26 minutos con el primer equipo albiazul y marcó el gol de la victoria a los 110 segundos de saltar al césped. Un recuerdo imborrable, poético, que dejó la imagen de verle tremendamente emocionado durante la celebración, como a todas aquellas personas a las que cuando les salen bien las cosas son incapaces de contener la alegría que sienten y el entusiasmo que corre por sus venas.

El joven lateral derecho sustituyó a Joseda en el minuto 64 y, como si de una señal divina se tratara, salió de posición persiguiendo a su par para robar el balón en campo contrario y lanzarse hacia la portería rival. Abdallahi se trabó en la conducción pero le dejó el esférico a Egoitz en la frontal del área. El canterano, académico, se escoró rápido hacia su pierna mala pero la más alejada del defensa y definió ajustado al palo, imposible de alcanzar para Ezquieta. Una ejecución casi más propia de un delantero, con la pierna izquierda y el alma albiazul y que, trastabillado, vio culminada en la red desde el suelo.

Tardó milésimas de segundo en levantarse y llevarse las manos a la cara. Invadadido por la emoción, detuvo su tímida celebración a la carrera. Alavesista de cuna, acababa de hacer realidad el sueño con el que empezó a jugar al fútbol y al que se empezó a aproximar el 15 de julio, cuando estampó su renovación con la entidad albiazul tras una buena campaña en el juvenil A. Todos sus compañeros sobre el césped a excepción de Owono corrieron para felicitarle, parte del banquillo se puso en pie para participar en una ovación de la que buena parte de los aficionados del Racing también formaron parte.

Todas las hinchadas fantasean con ver a jugadores locales triunfar en sus equipos. En sentirse identificados. Egoitz tuvo los referentes de Manu García y Martín Aguirregabiria, con el que comparte posición. La salida de los dos vitorianos fue relevada con el ascenso de Alex Balboa, que junto a Ander Guevara, completan el trio de jugadores nacidos en la capital alavesa que disputaron el primer amistoso. También están en la dinámica del primer equipo el portero Gaizka García, Unai Ropero y Maroan Sannadi. El alavesismo juvenil cada vez más arraigado se cuela también en el vestuario.

Pasó un minuto hasta que Egoitz se recompuso entre la maraña de abrazos y felicitaciones y ya de vuelta a su posición, se soltó, se besó la mano y dedicó el gol a su familia, presente ayer en Guarnizo. Durante los más de 20 minutos restantes, el lateral aguantó sin excesivas dificultades las acometidas de su adversario Matheus y pudo regalarse otro momento inolvidable. El de su abrazo interminable con su padre al término del encuentro, un vídeo que compartió el propio Luis García para darle la enhorabuena y sentenciar con un certero «esto es el fútbol». El técnico le dará continuidad y se llevará al lateral a la concentración de Benidorm.

Debido a la falta de efectivos, la otra anécdota del partido fue el once titular con el que los albiazules acabaron el duelo. Sobre el campo se juntaron diez jugadores formados en Ibaia, además de Benavídez, que fue suplente. En portería, Owono fue clave para volver a Vitoria con el triunfo. Qué decir de Egoitz, el vitoriano que marcó el gol de la victoria desde el lateral derecho. Abqar y Keller reeditaron la pareja de centrales del filial 2021-2022, Javí López ocupó el carril izquierdo con Abde por delante. Balboa fue de los más destacados en el medio campo junto a Abdallahi, mientras que Godoy y el prometedor José de León pasaron más desapercibidos.

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