Jordán sube el nivel en la medular

Sin haber roto a sudar, el catalán colocó desde la esquina una pelota medida en la cabeza de Tenaglia que sirvió para que los vitorianos recortaran distancias. El 3-2 nació de la asistencia de un centrocampista que en la media hora que estuvo sobre el césped dejó muestras de su calidad.

Jordán opositó en Cornellá-El Prat a hacerse un hueco en una sala de máquinas en la que volvieron a repetir de inicio Blanco y Guridi. El guipuzcoano, brillante e incansable en este arranque de curso, ha dejado el '10' en los últimos dos partidos y medio para bajar al doblete pivote y tejer el juego, relegando a Guevara y a Benavídez al banquillo.

Va a haber 'tortas' –futbolísticamente hablando– para disfrutar de minutos. Luis García va a tener que hacer muchas cuentas para resolver la ecuación del medio campo. Dispone de cinco elementos que multiplican desde sus diferentes roles. Y el ex del Sevilla, que ha llegado a Vitoria «preparadísimo» física y mentalmente como él mismo señaló, ya suma de corto.

Y lo hace con galones. La estrategia se asoció a sus botas desde que pisó el césped. Movió con criterio los hilos de un Alavés que cayó (3-2) pero luchó hasta el epílogo en un «día muy especial» para Jordán por diferentes razones. «Primero, por poder debutar con este club y por ponerme esta camiseta que tenía muchísimas ganas e ilusión. Y luego, por volver a casa. A partir de ahí, estoy jodido por cómo se ha dado el partido», señaló un medio de 30 años que ya es un elemento activo más de «una gran plantilla» en la que se estrenó también Mouriño. El central mostró rapidez y firmeza en el corte.

Nuevas piezas para un Alavés que se fue de vacío de Barcelona. «Sabemos nuestras señas de identidad. Tenemos que darlo todo para rascar algo. Estos errores hay que corregirlos», añadió un Jordán que se enroló definitivamente en pelotón de Luis García. Un inicio prometedor tras meses difíciles en el Sevilla. Necesitaba jugar. Volar.

En su presentación en julio, el argentino desgranó una a una todas sus cualidades, haciendo especial hincapié en una de ellas. «Tengo buen juego aéreo aunque sea un poco bajo», apuntó el ex de Godoy Cruz. Dos meses después de aquellas palabras, Conechny sacó su arma secreta para marcar de cabeza el momentáneo 1-1. En el minuto 35, tras un jugadón de Guridi, el argentino fue con todo a por un balón que quedó bombeado tras tocarlo Joan García. «La entrega no se negocia», reitera. Y 'Tomi' cabeceó el cuero con fuerza, llevándose un golpe de la manopla del portero. Ni lo notó.

«Contento por mi primer gol. La pretemporada fue linda para mí. Me costó un poco pero ya me estoy aclimatando a LaLiga», confesó el argentino. Su primer «golsito», como él mismo los denominó tras marcar en pretemporada al Valencia, llegó en su cuarta titularidad en Primera. El '10' ya 'mojó' ante Las Palmas... pero el VAR anuló su diana por un fuera de juego milimétrico. En Barcelona no se le escapó su tanto y rozó el doblete también de cabeza. Es la especialidad de la casa.

Un oasis en el partido de un Alavés que se llevó un duro golpe de realidad. «Quiero mandar un mensaje de tranquilidad. Nos estamos viniendo un poco arriba. El año pasado teníamos sólo un punto menos», puntualizó Luis García en la previa rebajando la euforia. Y ante el Espanyol, los babazorros volvieron a su 'normalidad' en LaLiga penalizados por su defensa.

En Vigo les castigaron sus fallos ofensivos y en Cornellá-El Prat sus despistes en la retaguardia. Los agujeros en su muro y el descontrol general descosieron su zaga. Puado les hizo jirones. En esta ocasión, Sivera no pudo ejercer de salvador. Incluso cometió un penalti tras otro desliz vitoriano. Los milagros del meta no son ilimitados. Los cuatro cambios de una 'tacada' no cambiaron el guion. El Alavés perdió pero compitió. Es innegociable.