Opinión

Calmante para soñadores

Desde el monte del pico. ·

El bofetón de Cornellá avala el «no venirse arriba» de Luis García Plaza pese a la evidencia de una plantilla rica en recursos ofensivos

Lunes, 16 de septiembre 2024, 00:32

Vayan por delante algunos datos. En 19 temporadas en la máxima categoría el Alavés nunca ha ganado más de tres partidos seguidos. El sábado, ante ... el Espanyol, el cuadro vitoriano estaba en disposición de igualar su racha histórica de triunfos consecutivos. También el mejor inicio liguero en Primera División. No llegó ninguna de las dos noticias positivas. Otras cifras elocuentes: la pasada campaña, que concluyó con un espectacular décimo puesto, el cuadro albiazul sumó 12 victorias en 38 encuentros. Ahora, acumula dos en cinco duelos. Un porcentaje superior. Vamos, que la competición, sí, recetó en Cornellá un calmante para soñadores y avaló la teoría de Luis García Plaza de «no venirse arriba». Pero también queda claro que el cuadro vitoriano ha vuelto a firmar un arranque solvente. De esos que permiten trabajar con tranquilidad.

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El traspié en Barcelona llegó tras una semana donde cada parte del club asumió su papel a la hora de evaluar las expectativas del conjunto albiazul. Quizás verbalmente algo más suelto de lo habitual un Sergio Fernández que habló de «apuntalar el equipo» para poder tener en el medio plazo «otro tipo de aspiraciones». A la «ambición» del director deportivo respondió 24 horas después el preparador alavesista con la llamada a la calma. Aquello de «no olvidar quiénes somos». Con esa intuición de que cualquier alabanza exagerada que llegue desde el exterior puede repercutir en el rendimiento interno del equipo. Visto el partido y la fragilidad defensiva general, la advertencia resultaba obligada y fue insuficiente.

No hay duda, por la experiencia de la última década en Mendizorroza, que club y entrenador viven en un eterno tira y afloja. Incluso con un García Plaza que ha cumplido todos los objetivos desde su llegada a Vitoria. Tal vez esta campaña la confección de una plantilla rica en recursos, sobre todo ofensivos, ha servido para suavizar las cosas. Aunque no hayan faltado las quejas iniciales del técnico por la ausencia de centrales, hasta la llegada de Mouriño. Más tarde el preparador alavesista se mostró «muy contento» con los efectivos puestos a su disposición. En realidad, se trata del camino lógico si el objetivo es el crecimiento deportivo. Ya hace más de ocho años, tras el ascenso a la máxima categoría en 2016, Josean Querejeta apuntó que volver a Primera era solo un paso dentro de un proyecto ambicioso. Quedó dicho.

Ahora el Alavés afrontará un calendario muy complicado (Sevilla, Real Madrid, Getafe y Barcelona) antes del siguiente paréntesis liguero de octubre. Con esa sensación de que los goles llegan con mayor facilidad por la calidad individual de los futbolistas y se trata de explotar los recursos sin resentirse en exceso en la parcela defensiva. Un cuadro vitoriano que ha anotado siete goles en cinco partidos, con dos tantos en cada uno de los tres últimos encuentros. El mismo equipo albiazul que en las cuatro últimas campañas en Primera no llegó a la media de un tanto por partido (36, 31, 36 y 34). El sábado ante el Espanyol marcaron Conechny y Tenaglia, y bien pudo repetir el argentino y anotar también Toni Martínez y Guevara. Y es que por debajo del borrón de Cornellá también se atisban algunas líneas bien escritas.

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