La carpeta de asuntos pendientes
El Alavés confía en desatascar la situación de Pacheco para seguir dando forma a un plan que aún necesita dos centrales, un delantero y un centrocampista
El incoherente desfase que hay entre el inicio del campeonato liguero y el cierre del mercado sume a clubes, equipos, jugadores y entrenadores en una ... incertidumbre plena que ya es un inexplicable clásico estival. Afecta a todos los equipos, que saben que la plantilla disponible este fin de semana en la primera jornada no va a ser la misma que afrontará la cuarta, ya en el mes de septiembre. También al Deportivo Alavés, claro, consciente de que su actual plantel, por buenas sensaciones que haya dejado en pretemporada, no es suficiente para afrontar con garantías el reto del ascenso.
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El club y el cuerpo técnico están contentos con lo que han visto durante la fase de preparación. Un equipo con las ideas claras y la identidad renovada que quiere proponer y ser protagonista. Pero saben que faltan cosas para ser uno de los aspirantes. El esqueleto es ilusionante, pero escaso para soportar el peso del objetivo durante toda la temporada. Un plan esperanzador, pero con fisuras a cinco días del pistoletazo de salida. En las tres semanas que quedan para que el mercado eche la persiana, el Alavés busca, al menos, dos centrales, un centrocampista y un delantero –a partir de ahí, alguna oportunidad de última hora–.
Bloqueada la salida del portero al Getafe por la nula predisposición azulona a afrontar el traspaso, se abre la puerta del Almería
opciones de pacheco
Con las conocidas limitaciones económicas que el club vitoriano sigue teniendo pese a las ayudas al descenso, la liberación de fichas altas –Guidetti, Joselu, Pina o Lejeune– y las salidas de jugadores que no entraban en los planes del equipo –Saúl, Borja Sainz, Puma Rodríguez, Carlos Isaac o Perera–. Porque en el reglamento financiero que impone la Liga no son iguales las condiciones para mantener jugadores con contrato que para incorporar nuevas piezas. Y en esas anda, como tantos otros, el Alavés. En los malabarismos numéricos que ralentizan la construcción del proyecto que debe devolver a la escuadra albiazul a Primera.
Necesita dar más salidas para acometer las entradas que desea. Con un nombre clave, Fernando Pacheco. El guardameta, en su último año de contrato, quiere dejar Mendizorroza para seguir en Primera. El club, que tiene pensado encomendar la portería a Sivera y Owono, aspira a vender para sacar tajada por una apetecible pieza que el verano que viene quedaría libre. Pero no a cualquier precio. Dos partes condenadas a entenderse, a priori, que deben desatascar cuanto antes esta situación. El destino elegido por el pacense era el Getafe, pero los azulones no quieren asumir el traspaso, lo que ha bloqueado una operación que parecía encarrilada.
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Maras Laguardia y Bouldini
La puerta más abierta ahora es la del Almería, tras su fichaje fallido de Marchesín (Oporto), que ha acabado en el Celta, y la inminente venta millonaria de Sadiq, próxima a los 30 millones. Con un hilo anexo del que tirar para favorecer el entendimiento. Uno de los dos centrales que pretende incorporar el Alavés es el albirrojo Maras, que no cuenta para Rubi. El otro, en principio, sería Víctor Laguardia, pero la cosa sigue estancada. El equipo albiazul y su capitán se siguen esperando mutuamente, pero el avance del calendario no es bueno para ninguna de las dos partes. La pescadilla que se muerde la cola, porque son las salidas las que tienen la llave para que el club pueda presentar al central maño una oferta acorde a su trayectoria y rendimiento dentro del conjunto babazorro.
El caso es que Luis García Plaza se va a plantar el sábado en Butarque con solo dos centrales puros, Sedlar, reclutado del Mallorca, y Abqar, ascendido del filial. Con Anderson Arroyo instalado en el lateral derecho, el polivalente Tenaglia ha cumplido como central, pero el eje de la zaga es a día de hoy uno de los grandes lunares del equipo. El otro está en el área contraria, donde el Alavés busca un delantero finalizador que no cumplen ni Miguel, ni Sylla ni Hara. El batallador punta pucelano es capaz de fabricarse sus propios tiros y el senegalés se mueve bien al espacio, pero el técnico quiere el perfil de ariete rematador que culmine la interesante propuesta que plantean los centrocampistas –Benavídez, Salva Sevilla y Guridi– y los extremos –Alkain, Luis Rioja, Jason y Abde–.
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El elegido es Bouldini, por quien se negocia con el Fuenlabrada, pero, otra vez, hay que cuadrar números. Su fichaje no implicaría necesariamente la salida de otro delantero, ya que el club persigue un plantel con un fondo de armario notable que garantice la competencia en todas las líneas, aunque tampoco se descarta. Es esa idea, la de una dura lucha por el puesto en cada demarcación, la que le lleva a rastrear también el mercado de centrocampistas. Toni Moya y Abdallahi han demostrado en pretemporada que pueden cubrir a la terna aparentemente titular, pero, ante una temporada larga, los técnicos consideran que hace falta otra pieza más que termine de apuntalar el plan.
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