La ingeniera vitoriana que triunfa con su marca de sombreros en Suiza

El amor y su profesión le llevaron a Suiza, y allí la vitoriana Usua Landa creó su propia marca de sombreros que vende 'online' y en tiendas de París, Lugano o Lausana. Sus originales creaciones han conquistado a las amantes de este complemento que cada vez tiene más adeptos. Ulaland es el nombre de la firma, un proyecto personal que combina con su trabajo como ingeniera en una gran multinacional con sede en Lausana.

Parece que el destino de Usua estaba escrito desde el día en el que llegó al mundo, y es que esta vitoriana nació el día de Santa Catalina, patrona de los sombrereros. «Desde pequeña me fascinaban los sombreros y durante mi adolescencia amaba las boinas, siempre me compraba alguna cuando iba con mis amigas de viaje a Madrid», recuerda esta vitoriana graduada en Ingeniería Informática por la Universidad de Mondragón. Pero no fue hasta unos años más tarde cuando comenzó a interesarse en serio por estos complementos. «Cuando me iba a casar encontré en internet una tienda que solo vendía material para hacer tocados y ahí empezó todo. Me formé, abrí un blog y comencé a impartir talleres», recuerda.

Hace cinco años viajó a Madrid para aprender el arte de la sombrerería y en 2021 nació Ulaland con el eslogan 'alegría en la cabeza'. Su principal misión es animar a hombres y mujeres a incluir este complemento en su armario y hacerlo ofreciendo calidad. Landa colabora con talleres de España y Ecuador donde se fabrican los sombreros de forma totalmente artesanal, en materiales como el fieltro o la paja.

«Para hacer un buen sombrero hay tres ingredientes que son imprescindibles. En primer lugar un fieltro de buena calidad, en mi caso de lana de merino. Por otro lado, el vapor de agua caliente para moldear el fieltro y que permite trabajarlo a la perfección, sin eso no hay sombrero. Y finalmente los moldes de madera en los que replicar las formas», detalla esta emprendedora, que próximamente contará con un punto de venta físico en Madrid que se sumará a los ya existentes. Ofrece además cintas con las que se pueden personalizar cada uno de los sombreros y sombrereras «fabricadas en madera reciclada y pensadas para prolongar la vida de estos diseños».

Más allá de sombreros, las boinas son el otro pilar de su marca, «un homenaje a ese accesorio tan típico vasco». Usua personaliza las clásicas boinas de Elosegui con bordados realizados a mano y un colorido forro. Las hay de casi todos los colores y con forros de lo más llamativos, para todos los gustos. «Para los vascos es un icono del que tenemos que sentirnos orgullosos, sacar la boina a la calle sin miedo», reivindica defendiendo la belleza de la tradición.

Esta vitoriana lamenta el cierre en los últimos años de sombrererías históricas en todas las ciudades, en el caso de Vitoria Alocén en la calle General Álava. «En España el uso del sombrero ha ido desapareciendo de nuestras calles mientras que en el resto de Europa sigue siendo un accesorio imprescindible para el invierno. Antiguamente era el accesorio que terminaba cualquier 'look' y esa cultura se perdió. Yo quiero recuperarlo y reivindicar el arte de la sombrerería, que muchas veces es pura costura», reflexiona.

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