Descubre la marca vasca que vende el bolso más deseado de «715 euros» a 129 euros

¿Es posible que un bolso con un diseño más que parecido, de producción completamente artesanal y utilización de materiales de alta calidad tenga una diferencia de 600 euros en el precio final? La respuesta es afirmativa y así lo pudieron comprobar los 'trendsetters' donostiarras cuando, cautivados por la presentación de la colección primavera-verano 2021 de la firma francesa Jacquemus sobre un inmeso campo de trigo, vislumbraron un fabuloso bolso muy similar a uno de los 'hits' de la marca donostiarra Amor Boho. Judgad vosotros mismos:

Este modelo lo firma la marca francesa y a pesar de pertenecer a la colección primavera-verano 2021 sin disponibilidad en tienda, analizando las dimensiones, la piel empleada y algunos bolsos actuales de la 'maison' (el 'Noeud' es un claro ejemplo), su coste final podría rondar los 715 euros una vez se empiece a comercializar. Para Amor Boho, cuya dirección creativa recae sobre la donostiarra Miren Zubiaguirre, este modelo no es una novedad, ya que, desde hace algunos meses vende uno muy similar en su web, en diferentes colores y texturas. ¿Su precio? Actualmente se puede adquirir por 129 euros. Volved a analizar vosotros mismos el parecido más que razonable:

Y si alguien pone en tela de juicio la nobleza del bolso 'made in San Sebastián' por la abismal diferencia de precio, nada más lejos de la realidad: está hecho a mano en un pequeño taller familiar de Ubrique que en palabras de Miren, la diseñadora, «le ponen una pasión tan grande como la mía. Hasta que no sale perfecto no paran». Es una pieza de piel de vacuno de curtición vegetal, sin la aplicación de químicos en el proceso de tintado, combinada con piel de napa. «La piel es de una curtidora italiana que tiene todos los sellos de calidad y de sostenibilidad, porque hay muchos que ponen curtición vegetal y no lo son. En el caso de nuestra firma sí. Como fundadora y 'alma matter' de la empresa, para mí la calidad es lo primordial», subraya la directora creativa.

Como podemos analizar en su web, hay diferentes colores en este modelo de bolso llamado 'Colombo', pero todos tienen el mismo diseño con varias características en común: se cierra mediante un cordón de piel de napa, su peso es ligero, está forrado en el interior con un algodón «efecto ante aterciopelado» de color beige claro y el bolsillo interior está forrado y cerrado con una cremallera. Tiene un compartimiento abierto en la parte trasera, los accesorios tienen un color oro ténue y la correa es ajustable y extraíble. Sin duda, un bolso de lujo 'made in San Sebastián' al alcance de todos los bolsillos, diseñado y comercializado un año antes que firmas como Jacquemus. Cualquier marca de lujo italiana, francesa, incluso española, vendería (y arrasaría) sumando un cero a la derecha.

Miren Zubiaguirre lo tiene claro: «este bolso, con un precio de salida de 215 euros, en tienda podría costar más del doble. Y si yo, en vez de ser una diseñadora donostiarra fuese una marca de lujo, el valor final sería incalculable». Y añade que «ese es el problema de los pequeños... aunque fabriquemos en los mismos talleres, con los mismos artesanos y con los mismos materiales y pieles que las marcas de lujo, siempre lo tendremos que vender diez veces más barato, lo que interfiere en nuestra capacidad de crecimiento, expansión y visibilización».

A la pregunta sobre el parecido más que razonable entre ambos modelos, señala que «sí se parecen mucho, pero no son exactamente iguales. Dicho lo cual, me alaga pensar que me he adelantado en más de un año a una dirección creativa como la de Jacquemus. Mi creatividad fundamentalmente se basa en diseñar bolsos que yo me pondría y que antes no encontraba en el mercado. Me gusta evadirme, inspirarme de lugares éxoticos como Marruecos. Este modelo es maravilloso. Somos una marca hecha en España, que creemos en el principio del 'slow fashion', animando al consumidor a comprar productos de la más alta calidad, y que tienen un menor impacto en nuestro planeta y en el trabajo hecho con pasión».

De crear bolsos de tela, capazos para sus amigas y buscar artesanos en San Sebastián sin demasiado éxito, a viajar a Marruecos y encontrar la mano de obra necesaria para arrancar con su marca en 2017: así se escriben los inicios de Amor Boho. Los bolsos de la marca están diseñados para una durabilidad indefinida y para que ocupen un lugar preferente, tanto en el armario, como en el corazón.

Una firma que, apesar de sus cuatro años de trayectoria, en 2019 dio un salto cualitativo y cuantitativo importante al situar su producción en Ubrique, en el epicentro de las marcas de lujo internacionales. «Ubrique es una localidad gaditana con tradición centenaria en marroquinería donde trabajan cada pieza con un mimo exquisito. Además, las pieles que utilizamos son pieles del más alto nivel, pieles de curtición vegetal, por lo que el trabajo de elaboración tiene que ser minucioso», subraya Miren. En cuanto a la decisión de vender única y exclusivamente 'online', Zubiaguirre lo tiene claro: «la venta de Amor Boho es a través del canal 'online' porque la ausencia de intermediarios nos permite invertir en calidad, mientras mantenemos unos precios bastante más asequibles que en otros casos. Hemos tenidos puntos de venta en San Sebastián, Bilbao o en Ibiza, pero la venta física la descartamos ya hace unos meses», aunque añade que «al mismo tiempo, y siempre con mucho gusto, atendemos con cita previa en nuestro 'showroom' donostiarra».

Amor Boho es la culminación de la experiencia adquirida en el trabajo por parte de Miren Zubiaguirre, primero en una fábrica de telares y luego en la firma de ropa de surf Rip Curl. «Todo parte de mi pasión por la arquitectura, por el arte, por los viajes, por la pintura, por la música que siempre me acompaña… todo esto es lo que me mueve y me remueve por dentro para trasmitir en los diseños. Mi filosofía siempre ha sido sentirme libre y dejarme llevar por mis instintos y siento que las piezas del puzzle de mi vida se han unido para crear este bonito proyecto», reconoce emocionada. «Todo lo que amo y lo que soy está plasmado en la marca. Y de ahí su nombre, Amor Boho, amor por la vida bohemia. Los cuatro corazones superpuestos del logo de la firma representan el mayor mis tesoros: mi familia», concluye.

Con este descubrimiento para el gran público, alejado del ruido 'fashionista' y de los 'coolhunter' de manual, San Sebastián se vuelve a situar a la vanguardia del diseño de moda artesanal, en una clara diferenciación respecto a otras ciudades del país. Larga vida al 'made in San Sebastián' que tantas alegrías y tan buen posicionamiento nos ha dado en el último siglo.