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Gorka Salazar, Olga Pascual, Odei Sobrón, Yolanda Sobrón y Laura Mata.

Feria de la patata

Bóveda, Espejo o Villanueva de Valdegovía alardean de organizar la única cita vasca dedicada al tubérculo. Nació hace 31 años como estímulo contra la caída de precios

Viernes, 22 de noviembre 2024

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Valdegovía está a 553 metros de altitud. Su elevación, sumada a la «calidad de tierra» que encuentran los agricultores en el municipio, lo convierten en el enclave que más presume de la patata alavesa. El resto de localidades lo aprecia cada mes de octubre en la celebración de la única romería de Euskadi, la Feria de la Patata, que hace gala de este tubérculo que tan bien identifica a la provincia. Entre Bóveda, Villanueva de Valdegovía y Espejo reúnen desde hace 31 años a productores que venden su cosecha en una jornada consolidada repleta de actividades, en la que colabora EL CORREO.

«La patata en ese mes está fresca, recién sacada. Por eso es el mejor momento para ofrecérsela al público», valora Gorka Salazar, alcalde de Valdegovía. «Pero no siempre se ha celebrado en la misma fecha. Hubo años en el que este alimento no valía mucho e incluso los agricultores tenían dificultades en la cosecha, lo que nos obligaba a organizar el encuentro en febrero», recuerda sobre una cita que hoy cuenta con cerca de una treintena de personas en su organización.

Y es que precisamente aquel fue el motivo de su origen en 1993. El Departamento foral de Agricultura de la época organizó este encuentro que reúne cada año a unos 10.000 asistentes como un revulsivo a la fuerte caída de los precios, con el objetivo de que los labradores pudieran vender la patata cultivada en la zona de forma directa. Pilar Bardeci, de Tobillas, o Jesús Mari Ríos, de Espejo, son algunos de los que se mantienen fieles a la feria. De hecho, muchos clientes esperan a que traigan su género para hacer acopio de la patata que les alimentará durante todo un año.

En 2023, por cierto, se cosecharon 43.257 toneladas. Entre toda esa producción, para resaltar a aquellos tubérculos más especiales, la organización animó en la última edición a concursar por ser el custodio de la patata más grande. Por 1 kilo y 277 gramos se llevaron el galardón.

Este alimento alavés –de variedad spunta, kennebec, agria, monalisa...– es el protagonista indiscutible de la jornada. Aunque es habitual organizar a mitad de la mañana una degustación gastronómica con la que hacer la cita aún más redonda. Siempre con base de patata, claro. Los paladares adeptos a esta feria han podido saborear una hamburguesa Eusko Label con media patata asada aderezada con sal de Añana, marmitako de chipirones, patatas con setas... Por otra parte, los que quieren innovar también pueden poner el ojo en el puesto de Neiker (Instituto Vasco de Innovación y Desarrollo Agrario), donde seleccionan las variaciones, algunas sorprendentes, que trabajan en el laboratorio.

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