El promotor de Epsilon será juzgado por apropiación indebida
El auto dictado por la Sección Segunda de la Audiencia alavesa rechaza el recurso tanto de Joan Villadelprat como el del británico Mark Payne, que creó en abril de 2011 la escudería Epic Racing, formada por personal de la empresa automovilística vasca
efe
Viernes, 6 de marzo 2015, 14:59
El caso sobre una posible apropiación indebida y delito societario en la quiebra de la empresa automovilística vasca Epsilon, que aspiraba a competir en la Fórmula Uno, está más cerca de juicio ya que la Audiencia de Álava ha rechazado el recurso presentado por su administrador único, Joan Villadelprat.
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El auto dictado por la Sección Segunda de la Audiencia alavesa rechaza tanto el recurso de Villadelprat como el planteado por el británico Mark Payne, que creó otra escudería en abril de 2011, Epic Racing, formada por personal de Epsilon, a la que esta empresa vendió un mes después todos los activos vinculados a la rama de competición automovilística.
Villadelprat ya fue condenado en 2013 a pagar 900.000 euros a los afectados por las deudas de esta firma al considerar que fue el único responsable de la quiebra "culpable" de Epsilon. Además se le impuso una pena de 3 años de inhabilitación para administrar bienes ajenos.
Ahora, tras el rechazo de estos recursos por la Audiencia de Álava, el Juzgado de Instrucción número 1 de Vitoria concluirá la instrucción penal de este caso, en el que se investiga si en la quiebra de esta empresa se incurrió en los delitos de insolvencia punible, apropiación indebida y delitos societarios. Una vez finalizada esta fase dictará previsiblemente el auto de apertura de juicio oral.
Villadelprat y Payne recurrieron el auto dictado por este juzgado en la fase de diligencias previas alegando "indefensión" y "falta de motivación" de esta decisión judicial, pero la Audiencia rechaza ambos en un auto contra el que ya no cabe recurso, por lo que el procedimiento sigue adelante.
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En su recurso, Villadelprat argumenta que la Audiencia de Álava aceptó que Epsilon no quebró por la venta a Epic Racing S.A. de la rama de competición, ya que ello "sirvió para cerrar una vía adicional de pérdidas".
Señala que si en el proceso civil se determinó que esa venta no constituía "una salida fraudulenta de bienes" de la empresa -que estaba ya en concurso de acreedores-, "con menos razón" se puede considerar que fuese "penalmente relevante".
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Sin embargo la Sala considera que "no es de recibo la interpretación" que hacen Villadelprat y Payne, porque dicha sentencia deja claro que con la venta a Epic Racing se desgajó "el pilar" y "mayor atractivo" de Epsilon, su rama de competición, que le proporcionaba el 97,5 % de sus ingresos. Además esa rama tenía un valor de algo más de un millón de euros y se pactó un precio de venta de 200.000 euros mediante un pago aplazado que no llegó a cumplirse por la empresa compradora.
48 millones de euros en ayudas
La Audiencia señala que los apelantes "también omiten" que Villadelprat fue condenado porque con su conducta "agravó la situación de insolvencia", motivos por los que rechaza el recurso y devuelve las actuaciones al juzgado instructor.
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En la sentencia civil quedó probado que Epsilon Euskadi S.L. se embarcó en 2007 en un "ambicioso" proyecto que consistía en construir un nuevo centro de investigación de alto rendimiento para el desarrollo de componentes avanzados de automoción, que además integraría las áreas de competición y formación.
Según la comisión de investigación creada en el Parlamento Vasco sobre este caso, Epsilon recibió unos 48 millones de euros en ayudas de varias administraciones públicas, entre ellas de los gobiernos vasco y central.
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En 2009, al reducirse la financiación de la Administración central, Epsilon pidió dos préstamos a Kutxa y Caja Vital de 8 millones de euros cada uno.
A pesar de ser consciente de la reducción del negocio y de que las pérdidas se elevaban a 1,3 millones, Villadelprat asumió nuevas deudas: un préstamo al Ministerio de Industria de más de 350.000 euros, otros dos a BBK y La Caixa por 300.000 euros cada uno y una subvención del Gobierno Vasco por 642.000 euros.
A ello se sumó la venta de Epsilon a Epic Racing de la rama de competición. Finalmente, el 4 de julio de 2011, Epsilon solicitó la declaración de concurso, con un pasivo de 37,8 millones de euros.
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