Delitos en Vitoria

La unidad de menores de la Policía Local; primera barrera contra la delincuencia precoz

A sus agentes de paisano se les ve por centros educativos, donde tratan de atajar cualquier conato de consumos de drogas, peleas o absentismo. Prácticamente todos los directores de colegio marcan su número cuando hay marejada en sus aulas o recreos. También suelen colaborar con los servicios sociales, las propias familias afectadas y hasta la Diputación de Álava, institución que por protocolo trabaja oficialmente con la Ertzaintza.

Conocen al dedillo las zonas de botellones, por donde se pasan para hablar con los adolescentes. También acuden a los fumaderos. Desde hace semanas, Salburua y Santa Lucía encabezan su lista de prioridades por el repunte de la conflictividad de supuestas bandas juveniles. Y es que, con el tiempo, esta unidad ha elaborado una amplia base de datos –docenas de filiaciones– que, en algunos casos, han pasado a tener ficha policial ya de adultos.

Otra de sus cruzadas actuales confiere a los bares donde permiten a los menores jugar a las máquinas de apuestas, una práctica ilegal y, al parecer, cada vez más en boga. Tampoco se olvidan de visitar aquellos locales donde sirven alcohol sin haber cumplido los 18 años de edad.

En su debe, este grupo dependiente de la Guardia urbana sigue sin poder elaborar sus propios atestados lo que, según fuentes judiciales, «le resta mucha efectividad, el Ayuntamiento de Vitoria debería mejorar esa carencia por el bien de los vitorianos».