Una partida de mus para fomentar el encuentro en Vitoria

Así lo defienden quienes participan en él como Angelines Urueña, que lleva nada más y nada menos que 40 años formando parte de las listas de este campeonato. Es una de las semifinalistas que participará en la última tanda y aunque su objetivo, al igual que el del resto, es el premio final, el valor real de la competición «es los amigos que haces jugando al mus. Es una forma de encontrarte con gente conocida que no tienes la oportunidad de ver normalmente», ha apuntado la veterana. «La gente ve una partida de cartas, pero lo que realmente hay detrás es más que eso, la amistad que entablamos con muchos».

Alberto Mezkorta, 'Txurru', que viene desde Amurrio, es otro de los que lleva «toda una vida jugando». «Esta vez no he tenido la oportunidad de llegar a finalista», ha lamentado. Pero a pesar de que en otras ocasiones sí que se ha llevado la txapela, para él, lo realmente importante es «el buen ambiente que hay siempre aquí y que realmente el mus es un juego que tiene muchas oportunidades de perder y pocas de ganar, pero siempre se disfruta», ha señalado

La gran partida de Vitoria «se juega al aire libre porque queríamos hacerlo popular. Cada año viene gente más joven y cada vez más mujeres», ha apuntado Javier Sedano, todo un experto del mus en estos lares. En esta edición han participado unas 4 mujeres. Según avanza la mañana el número de aspirantes se va reduciendo y se forman timbas alternativas. No faltan los curiosos que se asoman al espacio de los 'muslaris' -tal y como los llama Sedano- para observar alguna jugada.