La ingeniería Idom es la única aspirante a diseñar el nuevo Principal

La ingeniera Idom conoce bien el teatro. Muy bien. De hecho, fue la encargada de realizar, en septiembre de 2018, el estudio de alternativas para remozar y solucionar los problemas de accesibilidad y comodidad que acusa la bombonera. Entonces se planteaban tres escenarios que ponían encima de la mesa una opción de reforma básica básica, de 7 millones de euros, en la que sólo se solucionaban las carencias más estéticas y de comodidad; otra de 12,2 que además permitía ganar espacios y una última de 18,6 millones, que llegaba a contemplar adquirir viviendas del entorno. El Consistorio parecía haberse decantado por la opción intermedia hasta que se decidío explorar la posibilidad de crear un gigante escénico con la adquisición del Edificio Ópera. Esta vía, que implicaba demoler el teatro, fue descartada atendiendo a un informe foral de Patrimonio que aludía al nivel de protección del edificio.

Que solo una firma se presentara al concurso para llevarse el proyecto de reforma levantó suspicacias entre las empresas locales del sector, que veían en la «indefinición del pliego, la falta de garantías y, sobre todo, a unos plazos tremendamente ajustados» como las razones principales que explicaban por qué una única firma participaba en el proceso de contratación. Y subrayaban un detalle importante: la única visita prevista al teatro para que los interesados en acometer la remodelación pudieran conocer 'in situ' sus características se programó el 13 de junio (después de que el servicio municipal de arquitectura cancelara la programada el día 9), solo diez días antes de que se cerrara el plazo para presentar candidaturas. Algunos profesionales consultados iban más lejos al apuntar que «los requisitos que contemplaba el pliego hacían imposible que ninguna empresa local pudiera presentarse».

Si finalmente el Ayuntamiento opta por ldom para realizar el proyecto, el contrato establece un plazo máximo de seis meses para que redacte los estudios previos, el proyecto de ejecución y los proyectos de desarrollo de instalaciones. Dicho de otro modo, si se cumple el guion previsto, a comienzos de 2023, Vitoria tendría que tener atado el proyecto para acometer unos trabajos que tienen un coste fijado (con honorarios y una partida de imprevistos ya contemplada en el 10%) de 8,6 millones de euros.