La directora Bea de Silva inicia en Madrid el rodaje de su primer largometraje

El rodaje –con una duración prevista de seis semanas–, comenzó el pasado 23 de junio en Madrid. Atresmedia Cine en colaboración con Cattleya Producciones, de iTV Studios y La Canica Films, acoge la primera gran producción de la cineasta vitoriana que llegará a los cines en 2026. Mafalda Carbonell ('Vivir dos veces', '30 monedas') protagonizará el film como Belén, una joven –de 17 años– líder carismática de un grupo de amigos que siempre se las apaña para salirse con la suya. Forzada a entrar en un campamento para atletas paralímpicos, lo que en principio parece un castigo se convierte en    nuevo periodo de descubrimiento.

Un proyecto elaborado durante cuatro años junto a Cattleya Producciones con el que Beatriz de Silva pretende triunfar en su salto al gran formato.

La discapacidad está presente en la historia, pero no como eje narrativo, sino como una característica más de la protagonista, reflejando su vida sin estereotipos ni paternalismos. La película apuesta por una representación realista y natural, con el objetivo de visibilizar vivencias que rara vez se muestran en la ficción.

Según De Silva, «muchas personas no ven reflejadas sus vivencias en la ficción; es raro encontrar personajes con discapacidad que no sean secundarios o estereotipos. Por eso, esta película es una gran herramienta para acercar estas historias a la audiencia y generar comprensión».

El reparto coral incluye a Silvia Abril ('Padre no hay más que uno'), Claudia Mora, Amalia Martos, Carlota Jiménez, Iván Luengo, Israel Arpa, Javier Tolosa y Edu Errejón, junto a la campeona paralímpica de triatlón Eva Moral.

«El proyecto nos ganó con su sensibilidad, su humor y su verdad. Desde el principio vimos una perspectiva única en Beatriz da Silva y quisimos colaborar con ella» reconoce Jaime Ortiz de Artiñano, director general de Atresmedia Cine. «Quienes tomamos decisiones sobre contenidos creemos entender al público joven basándonos en nuestra experiencia, pero en realidad los códigos cambian, y es importante contar con voces que los conozcan desde dentro», añade.