Así es el BEI: cada siete minutos, con carril exclusivo y mismo precio

Vitoria se suma a la lista de ciudades del mundo a la vanguardia de la movilidad sostenible. La ciudad estrena con el BEI su primer autobús urbano 100% eléctrico. El Bus Eléctrico Inteligente permite a los ciudadanos desplazarse en autocares de última generación que disfrutan de prioridad semafórica y circulan por carriles exclusivos en la actual línea Periférica de Tuvisa (L2). Son vehículos equipados con las innovaciones tecnológicas más punteras para reducir el riesgo de accidente o colisión. Esto es todo lo que necesitas saber sobre la primera línea de autobús electrificada de la capital alavesa.

El Bus Eléctrico Inteligente (BEI) es el término empleado para definir el denominado 'BRT' – autobús de tránsito rápido, 'Bus Rapid Transit' en inglés– o 'bus exprés'. Es un urbano que transita por carriles de uso exclusivo y goza de preferencia semafórica en buena parte de su recorrido. Así puede conectar más rápido los barrios al ser más eficientes los trayectos. Se reducen los tiempos de viaje y de espera en la parada. A diferencia del tranvía, no necesita catenaria ni tampoco raíles.

Eso sí, se asemeja mucho al metro ligero en lo relativo a la calidad del servicio. ¿Por qué motivo? Es silencioso, espacioso, accesible y ecológico. Ofrece mayor comodidad y prestaciones que los autobuses normale. Además, no contamina, no emite humos y tiene bajos niveles de contaminación acústica.

El BEI realiza el recorrido de la línea a la Periférica de Tuvisa (2A y 2B), el que discurre por la circunvalación de Vitoria. Los nuevos autobuses van sustituyendo a los actuales en un proceso progresivo. Se trata de las líneas de mayor utilización en la ciudad y con mayor correspondencia con otros itinerarios, aunque algunas paradas se han desplazado unos metros. Puede dar servicio a las 120.000 personasque residen en los 14 barrios que recorre el trazado, con trayectos un 25% más cortos. La línea recala en los servicios y equipamientos más frecuentados de la ciudad, como el HUA Txagorritxu y las cercanas consultas externas, la estación de autobuses de Lakua, las instalaciones deportivas de Mendizorroza, el campus universitario de la UPV y el centro comercial El Boulevard.

La línea dispone de 23 paradas por sentido, 46 en total. A lo largo del itinerario se han colocado tres tipos distintos de marquesinas, en función de la ubicación de las mismas. Las más grandes están frente al centro comercial El Boulevard, en Zaramaga, y junto al estadio de Mendizorroza. El resto son medianas y hay varias pequeñas en las calles Juan de Garay, Bulevar de Euskal Herria, Beato Tomás de Zumárraga y el Seminario.

Los apeaderos son casi idénticos a los del tranvía, porque cuentan con canceladoras, pantallas -con información sobre el tiempo y la predicción meteorológica-, interfonos, máquinas expendedoras de billetes y 'minutrans' –el panel que indica cuánto falta para que llegue el próximo vehículo–. El sistema de comunicaciones utiliza una línea de fibra óptica, aunque se ha instalado una red fija de alta capacidad y comunicación con el puesto de control de las cocheras de Tuvisa.

El servicio cuenta con una flota de trece nuevos vehículos eléctricos y de tecnología punta. Existen dos tamaños: los autobuses articulados de 18 metros, de los que hay siete unidades; y los de 12 metros. De estos últimos se cuenta con seis buses. El primer tipo tiene capacidad para albergar a 139 personas: 36 sentadas, 101 de pie y tres carritos de bebé o sillas de ruedas. En el más pequeño hay espacio para que viajen 90 personas. De ellas, veintidós se pueden desplazar sentadas y 65 de pie. Al igual que el anterior, pueden subir tres carritos de bebé o sillas de ruedas. «Ambos son grandes y espaciosos para que el viaje sea más confortable», destacan las instituciones. Los vagones presentan un diseño futurista.

Cada vehículo dispone de dos accesos en la parte delantera y otros dos en la trasera -en los vehículos de 18 metros-; mientras que en los de 12 hay tres puertas. Éstas son deslizantes y con botón de apertura. En el interior hay también pantallas 'led' con información relativa a la ruta, los trasbordos o los tiempos de espera. El BEI es un modo de transporte inteligente. Como tal, además de incorporar sistemas de información en las paradas para conocer los tiempos de espera o comunicar posibles incidencias en el servicio; dispone también de un sistema de guiado automático. ¿Cuál es su función? Sirve para que la aproximación a las paradas sea más precisa. Además, los vagones están equipados con cargadores USB y pantallas multimedia.

El acceso a los vehículos se realiza desde las plataformas que se han construido en cada parada para garantizar la accesibilidad de todos los viajeros. Tanto los autobuses como la plataforma quedan a la misma altura, lo que facilita la accesibilidad. El billete o la tarjeta de transporte se valida en la propia marquesina, de modo que el tiempo de acceso al autobús también se reduce. Los usuarios pueden entrar al BEI a través de cualquiera de sus puertas.

En principio, las frecuencias del Bus Eléctrico Inteligente (BEI) se mejoran tanto en la Línea 2A como en la 2B. Su horario es el mismo que el de la red de autobuses. Los trayectos son más eficientes gracias a los carriles exclusivos que permiten acortar un 25% los tiempos. La previsión es que las frecuencias pasen de los 10 minutos actuales a 7-8 minutos.

El precio del viaje es el mismo que en el resto de la red de autobuses, donde el billete sencillo cuesta 1,40 €, 1,10 € el de familias numerosas y 0,70 € el de familias numerosas especiales. Con la tarjeta BAT General el viaje sale por 0,60 €. El pago se realiza en el exterior. Es decir, la compra del billete y el pago con las tarjetas BAT se tiene que validar en las canceladoras ubicadas en las marquesinas del BEI antes de acceder al vehículo. De igual modo, los billetes se pueden adquirir en las paradas. No hay que olvidar que otras líneas de la red municipal de autobuses comparten parada con el bus eléctrico. Por esa razón, se debe tener en cuenta que sólo se pagará fuera del vehículo cuando se vaya a tomar el BEI. Los usuarios que viajen en cualquiera de las otras líneas de autobús 'convencional' tienen que seguir validando la tarjeta o abonar su billete en el interior del autobús, tal y como ocurre ahora. Aquellos viajeros procedentes de otros puntos de Euskadi que dispongan de tarjeta de transporte Mugi o Barik pueden usarlas también en Vitoria con el nuevo autobús.

El BEI ofrece también la posibilidad de realizar transbordos desde o hacia el resto de líneas de la red de autobuses, así como el tranvía. El transbordo se realiza sin coste adicional siempre que se realice en los cincuenta minutos posteriores a la primera validación. Eso sí, es preciso utilizar la tarjeta BAT. Cuando el usuario haga un transbordo del bus eléctrico a otra línea de Tuvisa tendrá que volver a validar la tarjeta en el interior; cuando el transbordo es de autobús al BEI, es también necesario validar nuevamente la tarjeta, en este caso, en la parada antes de acceder al vehículo.

El BEI es un vehículo cien por cien eléctrico. En consecuencia, para funcionar tiene que recargar sus baterías. Existen dos tipos de cargas. La rápida o de oportunidad se realiza en los pantógrafos (postes de carga) instalados en las paradas de regulación horaria: Mendizorroza y Boulevard. Cada una de ellas tiene dos 'perchas', una por sentido. El mecanismo conecta el techo del vehículo al suministro eléctrico. Tras «cinco minutos» se transfiere la energía necesaria para dar una vuelta completa a la línea. El tiempo máximo de carga es de cinco minutos y se realiza en cada vuelta, aunque la autonomía del vehículo es de dos vueltas completas. Las cargas lentas que se realizan de noche, por su parte, se harán en la Unidad Funcional de Carga (UFC) situada en las nuevas cocheras de Tuvisa, que están en proceso de construcción con la previsión de finalizar en febrero. Hasta que se culmine esa obra, la carga lenta se lleva a cabo de forma provisional en unos equipos en las actuales instalaciones de la compañía municipal, en Aguirrelanda.

El bus eléctrico dispone de una señalización semafórica exclusiva que informa sobre su prioridad de circulación. Al igual que con el tranvía, en distintos puntos del carril exclusivo hay zonas de paso sin preferencia para peatones. Son espacios por los que las personas cruzan de forma natural, pero en los que el BEI tiene prioridad de paso. Además, dos sistemas advierten de los lugares de paso sin preferencia: las marcas viales de color verde y blanco, las señales verticales con pulsador -de las que hay 40- y los avisadores luminosos y acústicos. También se ha colocado señalización complementaria de calles residenciales al objeto de que los vehículos moderen la velocidad.

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