El bloque de la 'Cuchi' que nadie quiere derribar
El contrato para su demolición por 90.000 euros queda desierto y alarga la espera de un edificio desalojado en 2019 «por seguridad»
Nadie quiere derribar el edificio del número 79 de la calle Cuchillería. No, al menos, a cambio de 89.985,7 euros. El Ayuntamiento de ... Vitoria declaró desierto el pasado miércoles el contrato para demoler el deteriorado inmueble al no despertar el interés de ninguna empresa para tirarlo abajo en un plazo de dos meses. El Consistorio analiza ahora una nueva convocatoria, con un previsible aumento del presupuesto, que todavía está por concretar.
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El último contratiempo tiene como consecuencia inmediata que el bloque, de titularidad privada y con cuatro viviendas y un local, verá ampliada la larga espera para su derribo. Como mínimo, hasta final de año. El Ayuntamiento deberá iniciar de nuevo el proceso de contratación, con un presupuesto más elevado que los técnicos están ahora «calculando», y convocar un nuevo concurso, que suele necesitar como mínimo cuatro meses.
Sin embargo, se trata de uno de los edificios del Casco Viejo que más urge renovar. Acumula más de cuatro años vacío tras su desalojo a finales de 2019 por «cuestiones de seguridad». Del siglo XIX (fue levantado en 1864), arrastraba graves deficiencias que llevaron al Consistorio a insistir a los propietarios en su rehabilitación. Sin embargo, visto que los dueños no hicieron frente a la inversión (probablemente por falta de recursos) y que el avance del deterioro era imparable, el Ayuntamiento optó por desalojar las dos viviendas que seguían habitadas hasta que se garantizase su integridad.
La oferta de 90.000 euros por tirar el edificio no despertó el interés de ninguna empresa
A finales del pasado año, el Gabinete Etxebarria optó por ejecutar la reforma de manera subsidiaria. Es decir, realizar la actuación y pasar después la factura a los propietarios. Es probable, por tanto, que se haya intentado ajustar el presupuesto hasta que ha resultado insuficiente para las empresas.
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No es el único capítulo de rehabilitación atascada en el Casco Viejo, que ya de por sí reclama la necesidad de un plan integral. Existen al menos cinco edificios que guardan ciertas similitudes.
Los casos más graves y conocidos se encuentran en la calle Santo Domingo. Los portales 40 y 42 fueron vaciados en octubre de 2017 como medida de emergencia por el «riesgo de derrumbe» que sufría la casa debido a una fuga de agua que afectó a sus pilares. El asunto es particularmente más complejo al estar cifrada la reforma en torno a los 345.000 euros.
Además, el número 38 de la misma calle lleva vacío desde febrero de 2016 e incluso ha sufrido intentos de ocupación ilegal. En Pintorería 63, mientras tanto, existen dos viviendas desalojadas en el segundo piso. Están unidas a los números 61 y 65, lo que «impide realizar las obras de consolidación del edificio, que es lo que en realidad necesita», según explicaron en su día desde el Ayuntamiento.
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