«Cada día salen nuevos enfermos psicóticos y no matan a nadie»
El psiquiatra Pedro Sánchez cree que Ismael Quesada debía tener delirios que su familia no ha sabido o podido afrontar
M. JOSÉ CARRER0
Viernes, 1 de julio 2011, 08:40
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«Una persona muy normal», «nunca ha dado un problema», «amable y educado»... Estas y otras definiciones se suelen repetir cuando alguien protagoniza un suceso truculento que tiñe de sangre la primera página de los periódicos. Como el doble crimen cometido por Ismael Quesada, el joven de Portugalete que, el pasado lunes, terminó con la vida de su madre y de su hermano pequeño, un niño con discapacidad.
«Era tranquilo y callado, saludaba», ha comentado un vecino. «Un chaval como todos. No andaba en peleas ni daba problemas. No se metía con nadie», ha apuntado otra persona del barrio. Claro que lo que ocurría dentro de la vivienda de la calle Federico García Lorca nadie lo sabe. Y explicarlo es muy difícil, incluso para los expertos en algo tan complejo como la mente.
Pedro Sánchez trabaja en la unidad de psicosis refractaria del hospital psiquiátrico de Álava, es decir, se dedica a los enfermos que no responden a los tratamientos. Sabe de Ismael lo que los medios de comunicación han contado: que al día siguiente del doble crimen alcanzó la mayoría de edad, que es poco dado a tener amigos, a salir de fiesta o que ha pasado de ser un buen estudiante a un repetidor que suspende seis asignaturas.
«No es normal que un joven esté encerrado en casa. Si a esto se añade que de pronto pega un bajón en los estudios... indica que algo está ocurriendo». Pedro Sánchez elude dar un diagnóstico porque «no conozco el caso», pero sí cree que estos hechos son indicativos de que alguien «está incubando un proceso que debe poner en alerta a la familia».
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El «proceso» al que se refiere el psiquiatra puede ser una psicosis. La duda es si la familia era consciente de ello o no. «Lo mismo que hay gente que lleva a su hijo a un psicólogo ante el primer problema, hay otras que aguantan con todo. El hecho de tener un niño más pequeño con una discapacidad puede hacer que unos padres resten importancia al comportamiento de otro hijo..., pero no es normal que un joven no se relacione con otros de su edad, que esté aislado», insiste.
La aparición de un manuscrito en el que Ismael da cuenta de su intención de acabar con la vida de toda su familia es, para los especialistas, un síntoma de que se trata de alguien con pensamientos delirantes, típicos del enfermo psicótico. En este punto, Pedro Sánchez puntualiza: «que alguien sufra psicosis no significa que vaya a matar a alguien. Todos los días en cualquier hospital vasco ingresan dos o tres personas con psicosis y ninguno hace eso». Con esta matización, el doctor pretende que no se estigmatice a estos enfermos, entre otras cosas porque «todos los días estamos viendo parricidios y su autores no son enfermos. Hay gente que mata a sus padres y no está mal, simplemente es mala porque en el ser humano hay maldad».
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¿Cuál es el futuro de Ismael? «Con un tratamiento de por vida está claro que mejorará, dejará de tener peligrosidad». Ahora bien, para su evolución es muy importante la actitud de sus padres y hermanos. «Cuando ocurre algo así, en las familias se dan sentimientos muy complejos. Puede aparecer el odio hacia esa persona. Hay gente capaz de perdonar y otra que no lo es. Y todo es humano», concluye.
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