Sábado noche en Marte... ¡y gratis!
La Alhóndiga acoge un concierto del dúo Mouse On Mars, que lleva un par de décadas "odiando el conformismo" y evitando las etiquetas
CARLOS BENITO
Miércoles, 12 de marzo 2014, 07:06
Hace mucho tiempo que las etiquetas musicales se volvieron un asunto complicado, repleto de fronteras difusas y de conceptos enigmáticos. Es el caso del dúo alemán Mouse On Mars: son ya unos veteranos con dos décadas de carrera, pero eso no permite encuadrarlos con un poco de justicia y claridad. Algunos optan por llamarles post-techno, una categoría que compartirían con vacas sagradas como Aphex Twin o Autechre y que, la verdad, no dice mucho, más allá de subrayar el hecho de que estos muchachos son esencialmente raros, poco dados a plegarse para encajar en moldes preestablecidos. Su actitud de partida tiene mucho que ver con el krautrock, aquellas bandas experimentales e iconoclastas de la Alemania de finales de los 60 y principios de los 70, como Can, Kluster o los propios Kraftwerk, y esa inquietud les lleva a fagocitar elementos del pop y de incontables corrientes de la música electrónica, desde el ambient hasta estilos rítmicos más vinculados a la cultura de club. Lo suyo, resumen ellos mismos, es simple «odio al conformismo».
Publicidad
Al fin y al cabo, si creemos la leyenda, Jan St. Werner (de Düsseldorf) y Andi Toma (de Colonia) se conocieron en 1993 en un concierto de speed metal que se celebraba en Estocolmo, aunque, desde luego, ese origen no ha dejado trazas sonoras en su producción. Lo suyo es fundamentalmente electrónico, pero eso no impide que en los numerosos estratos superpuestos que forman sus composiciones aparezcan instrumentos convencionales, o que su álbum Paeanumnion sea una pieza orquestal («música electrónica sin electrónica», la definió St. Werner), o que para WOW fichasen a un singular cantante vietnamita que habían conocido durante una gira asiática. A ellos se les ve satisfechos con su naturaleza difícil de clasificar: «Desde el principio parecía que distintos grupos de personas y distintas escenas sentían un vínculo con lo que nosotros hacíamos y venían a nuestros conciertos. Tenías gente del mundillo experimental, chicos indies y personas a las que les gustaba el dub, el noise, la electrónica, el ambient o el dance. Era un público bastante híbrido, y parece que ese sigue siendo el caso: tengo la sensación de que, cuando tocamos en directo, la gente se libera porque no hay un código de cómo comportarse de forma apropiada ante nuestra música», declaró recientemente Jan St. Werner a Westword.
Su referencia más reciente, editada en enero, es el miniálbum Spezmodia, un repertorio breve, intenso, con marcado espíritu psicodélico y mayormente apto para el baile. "Son cortes inspirados por el happy hardcore y que recuerdan al gabba, cuyo propósito es reflejar lo que se experimenta en un concierto de Mouse On Mars: un nivel extremadamente alto de energía, sin tiempo para respirar», describe su sello, haciendo malabarismos con las etiquetas. Desde luego, es una música capaz de transformar la Alhóndiga en un interesante club marciano.
Vídeo: Mouse On Mars - Cream Theme (no recomendado para personas que sufran epilepsia fotosensitiva)
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión