El iPhone español a precio de ganga

Ni norteamericana, ni coreana ni japonesa. En España, la marca de móviles que ahora mismo está de moda es madrileña. Quién lo iba a decir. En un sector dominado por Apple, Samsung, LG, Sony o Nokia, bq, desde su cuartel general instalado en Las Rozas, tiene el enorme mérito de estar plantando cara a estos gigantes de la electrónica de consumo en su propio terreno. Un David en un mundo lleno de Goliats. Las claves de su éxito: unos productos imbatibles en calidad-precio, además de una cuidada atención al cliente digna de la mismísima Apple. Antes de todo esto, Mundo Reader, su empresa matriz creada en 2008, ya demostró hace cuatro años que se podían hacer libros electrónicos por menos de 300 euros, lo que supuso toda una revolución en el incipiente mercado de los e-books. La marca bq (antigua booq) se convirtió en una de las preferidas por los usuarios que querían un dispositivo de tinta electrónica a un precio razonable, sobre todo cuando poco tiempo después tuvieron que vérselas con la fuerte competencia que supuso la llegada de tabletas con sus pantallas a todo color en busca del éxito del iPad. Y eso sin contar con la llegada del Kindle de Amazon, a precio casi de coste, que cambió para siempre el mercado de los libros electrónicos. En vez de lamentarse, la compañía comenzó en 2012 a vender sus propias tabletas en el mercado español, bien a través de su asentada imagen de marca, bien para otras tiendas como FNAC, que las distribuía con su nombre aunque con soporte técnico de la propia bq, que dos años antes se había constituido como empresa independiente.

Tras el éxito de su estrategia, basada en trabajar con unos márgenes de beneficio muy reducidos en cada uno de sus productos para poder ser competitivos respecto a los comercializados por las grandes marcas, la irrupción en el mercado de la telefonía móvil supuso el siguiente paso natural de la compañía madrileña, sobre todo tras el fin de las subvenciones de los terminales que hasta ese momento habían llevado a cabo las operadoras patrias. De nuevo, se abría una nueva oportunidad de negocio. Ahora, los usuarios buscaban teléfonos baratos y libres para poder pasarse a las compañías con las mejores tarifas. Fue entonces cuando a principios de 2013 bq lanzó al mercado un móvil muy atractivo a un bajo coste. El primer bq aquaris, con pantalla de 4,5 pulgadas, fue todo un éxito y animó a la compañía a lanzar otra versión de cinco pulgadas más, adoptando así la nueva medida estándar de los últimos smartphones. Por si fuera poco, los terminales, con componentes fabricados y ensamblados en China, también se vendían en la cadena de tiendas de FNAC, al igual que sucedió antes con sus anteriores productos, lo que provocó para la compañía una importante fuente de ingresos. De hecho, en los primeros meses de este año han logrado anotar en su cuenta de resultados más de 18 millones de euros. Impresionante, tratándose de una empresa made in Spain.

Con estos mimbres, bq lanzaba este mismo mes de diciembre, de cara al suculento mercado navideño, su nuevo buque insignia con el que lograba hacer frente a los abanderados de Samsung, Nokia, HTC o LG. Y todo ello gracias a su imbatible precio de 199 euros. Casi nada. El bq Aquaris 5 HD pesa igual de poco que su antecesor, 170 gramos, y es casi un milímetro más fino pasando de 9,9 a 9,1, con 141,8 mm de alto y 71 de ancho. Pero su verdadero punto fuerte es la pantalla, tras incrementar su resolución respecto al modelo anterior presentado en julio hasta llegar a los 1280×720 píxeles, lo que le acerca al resto de productos de la competencia que apuestan por estos tamaños. Y es que la calidad de este apartado es uno de los grandes atractivos de un terminal destinado a ser un auténtico superventas. Con una resolución análoga a la famosa Retina Display de Apple, la pantalla, de tipo IPS, posee unos ángulos de visión de 178 grados en un conjunto que supera, y de qué manera, a otros teléfonos que se venden mucho más caros. En otras palabras, vídeos, fotos y textos se ven de maravilla en una pantalla propia de un gama alta.

Tampoco nos vamos a quedar escasos en potencia con su procesador de cuatro núcleos (ARM Cortex A7 a 1,2GHz), acompañado de una GPU PowerVR SGX544, ideal para ejecutar los últimos videojuegos sin problemas. Todo ello, unido a su giga de RAM, nos garantiza un eficiente desempeño del teléfono en sus tareas cotidianas. A ello también ayuda la leve capa de personalización, habitualmente utilizada por Asus en sus equipos con Android, que cubre la versión 4.2 del sistema operativo de Google. Fiel a su intachable política de actualizaciones de sus dispositivos, bq se compromete a dotar pronto a su terminal estrella con la versión 4.3 y posteriores. Respecto al sonido, los altavoces cumplen muy bien su cometido en un aparato compatible con el conocido sistema dolby surround, conocido por eliminar indeseadas distorsiones tan frecuentes en otros terminales. Toda una sorpresa en un terminal con un precio casi de gama baja.

Tampoco se queda atrás en memoria interna, algo no muy habitual en este tipo de equipos de bajo coste que apuestan por los 8GB. En el caso del bq Aquaris 5 HD duplica esta cantidad e incluye la posibilidad de ampliarla a través de tarjetas miniSD, algo imposible de encontrar en muchos terminales de gama alta. Respecto a la batería, sus 2.100 mh/a nos permitirán que el móvil nos dure toda la jornada con un uso moderado, aunque en muchas ocasiones echaremos de menos una mayor autonomía. Sobre todo si pasamos mucho tiempo navegando, unas ocho horas antes de necesitar volver a cargarlo, o viendo vídeo en streaming, seis como máximo, según los datos oficiales de la marca. Por fortuna, y como si de un Samsung Galaxy se tratara, podemos intercambiar esta batería por otra siempre que lo necesitemos con lo que de alguna manera se compensa este pequeño talón de aquiles de un terminal que, como el resto de la gama, incluye la posibilidad de insertar en su interior dos tarjetas SIM, algo que muchos profesionales agradecerán al no necesitar cargar con su teléfono personal y el de la empresa todo el día.

Eso sí, que nadie espere sacar fotos de una calidad excepcional con el bq Aquaris 5 HD. Y eso que cuenta con un botón dedicado a la cámara en su carcasa, algo habitual en los móviles que le dan importancia a este apartado. Pero su chip de 8 mpx está muy alejado de lo que otros fabricantes, como Nokia o Sony, ofrecen en sus productos no ya de gama alta si no incluso de media. Está claro que de algún lado había que reducir costes. Si no te importa sacrificar este apartado, este terminal no te defraudará ya que, además de un flash, incorpora una cámara de 1,2 mpx para poder efectuar vídeollamadas. Lo mismo se puede decir del material elegido para su construcción, un plástico tan fino que da miedo de romperlo cuando abrimos la tapa trasera para poner la batería o una tarjeta de memoria. También hay que olvidarse de la conexión 4g, algo que a muchos usuarios no les importará teniendo en cuenta la lenta implantación de la red móvil de alta velocidad por parte de las operadoras españolas. Salvo esos tres apartados, nos encontramos con un teléfono con características de gama media, incluso alta en el caso de la pantalla, a un precio de lo más atractivo en lo que supone una nueva batalla ente los distintos fabricantes móviles en ofrecer más por menos. Y, por lo que se ve, bq tiene esa lección muy bien aprendida con su gama Aquaris que incorpora a su catálogo terminales de 3,5,4, 4,5 y 5,7 pulgadas, un phablet en toda regla elegido como uno de diez mejores gadgets para regalar estas Navidades. Y es que es muy difícil resistirse a lo bueno, bonito y barato. Sobre todo en estos tiempos.