. Dujshebaev pide dureza a su defensa durante el partido ante el Kiel. / AP
MAS DEPORTE

En un lugar de La Mancha

El Ciudad Real, mejor equipo del mundo, ha ganado en ocho años cuatro ligas y tres copas de Europa

ROBERT BASIC

Domingo, 7 de junio 2009, 04:48

Publicidad

El mejor equipo del mundo de balonmano es español y sus estrellas brillan en el cielo de una localidad de apenas 70.000 habitantes. Más pequeña que Barakaldo, un simil comparativo, y algo más grande que Irún, depositaria de un gran legado heredado de aquel irrepetible Elgorriaga Bidasoa. El Ciudad Real ha roto la hegemonía del Barcelona y de los conjuntos alemanes en el escaparate europeo y ha instaurado la 'dictadura' de la belleza y la pasión en un deporte castigado por la crisis. Todos los clubes de la liga Asobal -menos el Barça- nadan en problemas económicos y se verán obligados a recortar sus presupuestos de cara a la próxima temporada. Lo hará también el rodillo manchego, flamante campeón de Europa, por segundo año consecutivo, pero su proyecto deportivo seguirá siendo ambicioso y buscará más títulos para sus vitrinas.

Hace siete días, el milagro se hizo realidad. Enfrente, el germano Kiel. Vestido de negro. Uno de los equipos más pudientes del planeta. Plagado de estrellas, de cañoneros, de artistas. El presupuesto del Ciudad Real es de seis millones de euros; los alemanes lo doblan. En el lateral izquierdo, Nikola Karabatic, francés de origen serbio. Mejor jugador del mundo. En el derecho, el zurdo Kim Andersson, el lanzapiedras sueco. La bola que escupe su brazo viaja a más de cien kilómetros por hora. El primero cobra unos 400.000 euros anuales; el segundo tampoco andará lejos. Los dos rechazaron en su momento la oferta manchega. Lo dicho, los teutones vestían de negro, traían una renta de cinco goles, pero se desangraron en el Quijote Arena. El blanco de sus rostros contrastaba con el color de sus camisetas. Seis abajo. Derrotados.

«Tenía mucho miedo a esta temporada. El año pasado conquistamos cinco títulos -Liga, Copa de Europa, Supercopa, Copa del Rey y Copa Asobal- y había que volver a estar a un gran nivel después de los Juegos», asegura desde Ciudad Real Talant Dujshebaev, entrenador del cuadro manchego y uno de los mejores jugadores de la historia. «Ganar es difícil, pero mantenerse lo es aún más». Todavía recuerda el partido, que ha dado el tercer entorchado europeo a su equipo. «Muy pocas veces en mi vida me había emocionado tanto. Hubo un momento en el que lo vi todo perdido». Pidió tiempo muerto con una desventaja de cuatro goles en el marcador, nueve en el cómputo global. Miró a los suyos y les dijo: «Lo más importante es no perder la dignidad». Salieron a la pista y se llevaron la 'Champions'.

El Ciudad Real se fundó en 1981 bajo el nombre de ADC Caserío Vigón y once años más tarde ascendió a División de Honor. Todo mejoró con la llegada de Domingo Díaz de Mera, empresario ciudadrealeño, que en 1999 asumió la presidencia del club hasta convertirlo en el mejor del mundo. Puso la ilusión y el dinero. «Si no fuera por él no estaríamos aquí», reconoce Dujshebaev. De hecho, Díaz de Mera consiguió patrocinios a varios equipos de la Asobal para que pudieran competir con garantías.

Publicidad

22 títulos desde 2001

La ciudad ama el balonmano. Desde la temporada 2001-2002, los hombres del Quijote Arena han ganado un total de 22 títulos, entre ellos cuatro ligas y tres copas de Europa. La última, hace una semana. «La gente de aquí es increíble», precisa Dujshebaev. «El día de la final tomaron las calles, se acercaron a nuestro hotel de concentración para desearnos suerte y llenaron el pabellón hasta la bandera. Jamás lo vi tan desbordado». Razón no le falta. Hubo más hinchas que localidades ante el Kiel. Cerca de 6.000 almas vibraron con los suyos. «Lo sienten como algo propio -en alusión al equipo-. Los técnicos y jugadores no nos sentimos importantes, sino queridos».

La plantilla está de vacaciones -muchos se han ido con sus selecciones- y el club ya planifica la próxima temporada. La crisis mermará el presupuesto, pero Dujshebaev es optimista. «Hay que adaptarse a los tiempos que corren. Ficharemos a jugadores jóvenes, con proyección, y reduciremos plantilla». Los rivales serán los de siempre, el Barcelona y los 'cocos' alemanes como el Kiel, el Rhein-Neckar Löwen y el Hamburgo, con un invitado de lujo: el Montpellier francés, que acaba de firmar a Karabatic y a al esloveno Kavticnik. «¿Objetivos? Ir a por todos los títulos. Nunca prometo ganar, sino luchar». Filosofía de Talant.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad