Apps y muebles para hacer la vida más fácil

Aunque los exámenes les quitan el sueño, los más de 350 estudiantes alavesesque este año dan forma a sus propias empresas en STARTInnova, el programa escolar organizado por EL CORREO, ya tienen casi a punto sus creaciones. En los próximos días estos estudiantes de Bachillerato y Formación Profesional presentarán sus primeros proyectos empresariales ante un tribunal. Todo un ejercicio de gestión que sin duda les ayudará cuando tengan que dar el salto al mercado laboral.

Hasta 46 alumnos de primero de Bachillerato de Olabide Ikastola han desarrollado ideas futuristas con la ayuda de su profesor Ander Ugarte. «Hemos pensado en una cápsula que, en caso de que una rueda se pinche, la hinche automáticamente», explica Alba Redondo en nombre de su equipo. El grupo A3N espera instalar chips localizadores en objetos para que los más despistados puedan detectar dónde han olvidado sus pertenencias. Markel Ibarnavarro y sus compañeros Iker y Peio han ideado una mesa de trabajo con una pizarra para apuntar las tareas con un brazo adherido que permite ahorrar espacio al colocar el ordenador. Idoia, Beñat, Ziortza y Ane, por su parte, piensan en un sistema de salvamento marítimo que, en el caso de que un barco corriera peligro de hundirse, lo mantendría a flote gracias a una enorme bolsa de aire.

Xabier Sainz de Baranda y su compañero David Salazar orientan a los 61 alumnos de Egibide que participan en esta octava edición de STARTInnova. Desarrollar el programa en la asignatura 'Iniciativa emprendedora y empresarial' les ofrece la opción de poner en práctica los nuevos conceptos que aprenden. «Procuramos que elijan proyectos que les atraigan, les gusten y les motiven. Los bloques de autoconocimiento y el modelo Canvas les ayudan mucho», valora Sainz de Baranda, quien señala que uno de los conceptos que más les cuesta interiorizar es el del valor diferencial de la empresa. Sus alumnos han desarrollado ideas relacionadas con la peluquería, el mecanizado y la hostelería, pero también los videojuegos. Otros han diseñado geles desinfectantes inspirados por la pandemia de coronavirus.

En Corazonistas, 16 alumnos de Business Studies se han esforzado en pensar ideas útiles y susceptibles de transformarse en negocios junto a su profesor José Luis San Juan. Paula Díaz y sus compañeros han diseñado una red social para poner en contacto a empresas con proyectos de voluntariado. El equipo de Markel Pascual se debate entre un armario electrónico que envíe alertas al móvil cuando bajen las existencias de algún producto y una papelera que otorgue recompensas por reciclar.

Gema Soto orienta a 19 alumnos del ciclo de Educación Infantil en Carmelitas Sagrado Corazón, donde Oihana Alza, Naiara Merino y Vanessa Iñiguez de Heredia quieren aprovechar sus conocimientos para escribir un libro que ayude a los niños a controlar mejor sus emociones. Asier Vaquero, Maite Martínez de Icaya, Paula González y Arkadi Arbina, por su parte, piensan en poner en marcha una empresa especializada en la limpieza y desinfección de pisos de estudiantes. Todos los participantes han recibido el asesoramiento de Jaime de la Cal, responsable de proyectos y relaciones externas de la Fundación Michelin.

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