Los vascos sacan una media de cinco horas al día para dedicarlas al ocio y las relaciones

Muchos se preguntarán cómo es posible, quién tiene tanta libertad para hacer lo que quiera. Por eso es necesario aclarar que la Encuesta de Presupuesto de Tiempo del Eustat, de donde salen estos datos, dibuja la jornada promedio de la población mayor de 16 años, sin distinguir su situación personal o si es laborable o festivo. En un día tipo, si todos fuéramos idénticos, además de tener 4 horas y 48 minutos de ocio y vida social, emplearíamos 2 horas y 15 minutos en tareas del hogar, 27 en cuidados a familiares, 3 horas y 11 minutos en trabajo y formación, 1 hora y 5 minutos en trayectos y 12 horas y 15 minutos en cuidados personales, que incluyen dormir, alimentarse, asearse...

Pero todos no somos iguales. Y no cualquier vasco puede pasear 48 minutos, hacer deporte 19, navegar por internet 16, pasar 46 minutos con sus familiares y amigos y otras 2 horas y 17 minutos a leer, ver la televisión o escuchar la radio. De hecho, el Instituto Vasco de Estadística, que realiza esta encuesta cada cinco años desde 1993, recoge también que el ocio pasivo, que incluye ver la tele, acudir a espectáculos o museos, tocar instrumentos... lo practica el 89,6% de la población, pero quienes hacen deporte se reducen a un 68,9% y solo un 49,1% tiene tiempo para las relaciones sociales.

También se aprecian en esto del disfrute diferencias por sexo, si bien no tan grandes como en 1993, cuando los varones dedicaban seis horas al tiempo libre y las mujeres no llegaban cinco. Los hombres disponen de 5 horas y nueve minutos al día para este tipo de planes, por las 4 horas y media de las féminas. Esos periodos, en cualquier caso, no deben llevar a error. Continúa habiendo tiempo libre gracias a los fines de semana. Los días laborables, el ocio y la vida social se reducen a 4 horas y 17 minutos, frente a las en torno a seis horas de sábados y domingos.

Y hay que tener en cuenta, al leer esos datos, que solo el 36,7% de la población mayor de 16 años trabaja, por lo que queda un amplio porcentaje de personas con mucho tiempo libre. Quienes están en activo tienen una jornada laboral media de 7 horas y 11 minutos, ligeramente más larga (cuatro minutos) que en 1993. Precisamente porque buena parte de la población no tiene un empleo remunerado, la media de tiempo que dedican los vascos al trabajo es de 2 horas y 38 minutos.

Esta y otras obligaciones diarias, como la tareas del hogar y los cuidados, consumen 5 horas y 53 minutos, menos que hace treinta años (6 horas y 8 minutos). Desde entonces se ha reducido en quince minutos el tiempo destinado a las tareas del hogar (2 horas y 15 minutos al día), si bien han crecido en 6 los minutos dedicados a cuidados (27) y trabajo (2 más, con 3 horas 11 minutos).

En las tareas domésticas, los hombres han dado un paso al frente, sobre todo en los últimos cinco años. Si en 2018 el 72,1% participaban en el trabajo en el hogar, en la última encuesta ascienden al 90,3%, muy cerca de las mujeres (94,8%). Siguen, sin embargo, invirtiendo 44 minutos menos al día que las féminas a este tipo de labores, aunque la brecha se ha reducido (en 2018 la diferencia era de 1 hora y 11 minutos). En lo que menos diferencias hay es en la preparación de comidas, a la que los hombres que cocinan destinan 58 minutos diarios, 18 menos que las mujeres.

En el ámbito de los cuidados, solo un 23,1% de los vascos mayores de 16 años tiene a personas a su cargo y, entre estos, el tiempo medio diario que pasan con ellos se eleva a casi dos horas, media hora menos que en la última edición de la encuesta. Los varones que atienden a familiares lo hacen durante 1 hora y 41 minutos, frente a las 2 horas y 4 minutos de las féminas que lo hacen.

La mayor diferencia entre hombres y mujeres, de media hora, está en la atención a otras personas adultas (las féminas invierten 1 hora y 55 minutos). En el caso de los niños se recorta la brecha, con 1 hora y 20 minutos de cuidados por parte de las madres, once minutos más que los padres.